El humo de segunda mano provoca un aumento de peso, sobre todo en los niños
Desde hace tiempo se sabe que el cigarro no sólo afecta a quienes los consumen, sino que daña la salud de los fumadores de segunda mano. Ahora, nueva investigación indica que el humo del tabaco en el ambiente también deteriora el metabolismo, lo que lleva a un aumento de peso. El riesgo es mayor para quienes viven con un fumador, especialmente los niños.
Estudios previos han demostrado que los fumadores tienden a volverse resistentes a la insulina. Para descubrir la causa detrás de este fenómeno, el Prof. Benjamin Bikman, de la Universidad de Brigham Young en Estados Unidos, y sus colegas expusieron a un grupo de ratones a humo de segunda mano y observaron qué les sucedía a nivel celular. (¿Fumar quita el hambre?)
Descubrieron que el humo provoca que un lípido llamado ceramida altere las mitocondrias de las células. Esta interrupción a su vez inhibe la capacidad normal de las células para responder a la insulina, lo que lleva a problemas como la diabetes y el sobrepeso.
Cuando los investigadores administraron a los ratones un fármaco que detenía a la ceramida de alterar las mitocondrias, el efecto dejó de ocurrir. Sin embargo, si los ratones mantenían una dieta con un alto contenido de azúcar, ni siquiera la droga fue capaz de prevenir el aumento de peso.
Puesto que la obesidad infantil es un problema tan grande en la actualidad, los resultados podrían ser cruciales para el cuidado de la salud de los niños. Los científicos ahora buscan desarrollar un versión segura del fármaco para detener el daño en los niños expuestos al humo de segunda mano y hacen hincapié en la importancia de que los padres dejen de fumar. (¿Engordamos cuando dejamos de fumar?)
El estudio ha sido publicado en American Journal of Physiology: Endocrinology and Metabolism.