Por medio de un enema líquido, un científico japonés demostró que es posible que los mamíferos respiren por el ano en casos de emergencia.
El tejido pulmonar es delicado. Aunque tradicionalmente los tratamientos para quienes presentan niveles bajos de oxígeno involucran un ventilador que les inocula aire a los pulmones, este método puede causar daños, porque resulta invasivo. Takanori Takebe, de la Universidad Médica y Dental de Tokio, se preguntó si habría otra alternativa. Descubrió que los mamíferos tienen una vía de escape alternativa.
Respirar por el ano: una vía de escape para emergencias

La premisa que Takebe utilizó fue sencilla: las opciones para las personas con índices de oxigenación bajos pueden dañar el tejido pulmonar. Por esto, pensó en otros orificios que los mamíferos tienen en el cuerpo. Los intestinos fueron su primera apuesta: quería saber si es posible absorber oxígeno a través de estos, como sucede con algunos peces.
Resulta que el recto está protegido con una membrana delgada que le permite absorber ciertos compuestos desde el torrente sanguíneo. Por esta razón, para algunos malestares se implementan supositorios. De acuerdo con el experto japonés, pasar un líquido enriquecido con oxígeno podría ser la clave para que una persona se recupere, en caso de emergencia.
Esta nueva alternativa se aplicó en cerdos y resultó ser eficaz. Es posible, por tanto, que esta medida de emergencia sea extensible a otros mamíferos —incluidos los seres humanos. Aunque todavía no es una certeza, la evidencia de este equipo de científicos apunta a que es una posibilidad.
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¿Cómo se llegó a esta conclusión?

Takebe probó, en conjunto con su equipo, darle enemas líquidos a los cerdos. Esta sustancia tenía altos niveles de oxígeno, y han demostrado en el pasado ser efectivos para ayudar a proteger los pulmones de bebés prematuros. Para su experimento, fueron administrados por el ano.
Dado que es un químico que ha demostrado no ser tóxico, Takebe decidió implementarlo a su investigación. Antes de aplicarlo, se anestesió a cuatro cerdos, tras ponerles un ventilador que les daba una frecuencia respiratoria más baja del promedio. Una vez que los enemas líquidos se les administraron, el oxígeno en la sangre aumentó significativamente.
Según Takebe, si existiera un efecto similar en las personas, sería suficiente sustento para traerles un beneficio médico. De acuerdo con el experto, ésta sería una solución para los países en vías de desarrollo con menor infraestructura en el sector salud. “Los ventiladores son muy costosos y necesitan una cantidad de personal médico para administrarlos”, dice. “Esto es solo un simple enema“.
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