Una nueva herramienta para la medicina de emergencia
Incluso en niveles bajos, la radiación puede enfermar a personas a través del tiempo. Pero breves períodos de exposición intensa, como después del desastre en Fukushima en 2011, pueden causar riesgos para la salud más inmediatos, especialmente en el campo gastrointestinal, o incluso podrían causar la muerte.
Investigadores han desarrollado un fármaco que puede detener el daño causado en los intestinos, siempre y cuando se administre hasta 24 horas después de que un paciente fue expuesto, el estudio ha sido publicado en la revista Laboratory Investigation.
Los médicos utilizaron los síntomas gastrointestinales para analizar la gravedad de la exposición a la radiación de una persona. Una dosis alta de radiación puede destruir la barrera intestinal, así como una fina capa de células que actúa como interfaz entre el cuerpo y millones de bacterias que viven en nuestros intestinos. Normalmente estas bacterias trabajan con nosotros, desintegrando nuestra comida y regulando nuestro estado de ánimo, pero cuando la barrera intestinal se ha ido, el cuerpo no puede fácilmente absorber agua o nutrientes en los alimentos. Además, las bacterias pueden desviarse e infectar otras partes del cuerpo.
Como resultado, una persona con envenenamiento por radiación a menudo muestra una deshidratación severa, náuseas, vómito y dolor intestinal. Sin tratamiento, el paciente muere por lo general de infección en dos semanas.
El tratamiento existente es un compuesto llamado azul de Prusia, que absorbe la radiación que causa daños en el cuerpo, pero no protege la barrera intestinal específicamente. Esto ha inspirado una búsqueda de medicamentos que puedan mitigar los efectos de la exposición posterior radiación, acelerar la reparación de tejidos en los individuos expuestos a la radiación, y prevenir la mortalidad.
El nuevo fármaco, llamado TP508, fue diseñado originalmente para ayudar a los pacientes a regenerar las células, aumentando el flujo sanguíneo y disminuyendo la inflamación. Se ha utilizado para asegurar que los pacientes diabéticos no pierden un pie, o para ayudar a que los pacientes con fracturas se curen más rápidamente. En este estudio, los investigadores expusieron a ratones a los niveles de agudos de la radiación, y luego les dio una inyección de TP508 después de 24 horas. El fármaco no solo previno la destrucción de las células en la barrera intestinal, también impulsó biomarcadores característicos de la reparación celular.

