Siempre hemos sabido que la vida es mejor con música, y ahora los neurólogos nos explican por qué.
En cuanto escuchamos las primeras notas de una pieza musical que nos agrada, nuestro cerebro responde liberando dopamina: el mismo neurotransmisor que nos hace sentir placer cuando comemos algo delicioso o nos enamoramos.
Además de hacer feliz al cerebro, la música tiene el poder de modificarlo, aumentando las conexiones entre las neuronas. Los niños con algún tipo de entrenamiento musical (por ejemplo, que aprenden a tocar un instrumento) desarrollan más habilidades matemáticas y mayor facilidad para leer. También mejora su autoestima y se vuelven más sociables.
Estudios demuestran por otra parte que la música nos ayuda a prevenir enfermedades, ya que las personas enfermas se recuperen más rápido. ¿Qué tal, eh? (Texto: Guadalupe Alemán / Foto: Galina Barskaya / Dreamstime Stock Photos)