La temporada de futbol americano está por finalizar y muchos fanáticos sienten euforia. Sin embargo, como en todos los deportes, la intensidad, el contacto y el alto impacto, incrementan el riesgo de sufrir lesiones. En el mayor estudio jamás realizado en individuos con CTE (Encelopatía Traumática Crónica) investigadores analizaron el cerebro de 202 jugadores de futbol americano que ya fallecieron.
En general, 177 de los 202 jugadores, el 87% fueron diagnosticados con CTE, se trata de una cifra sombría que incluso sorprendió a los investigadores.
El estudio, llevado a cabo por investigadores de al Universidad de Boston, mostró que las probabilidades de desarrollar CTE y el grado de severidad vario a través de los niveles en que los jugadores competían.
Para los jugadores a nivel preparatoria (de los cuales analizaron 14 cerebros) el 21% mostró señas de daño cerebral leve.
Pero la mayoría de los jugadores universitarios, semi-profesionales y profesionales habían desarrollado CTE y más de la mitad (el 56%) de los universitarios y semi-profesionales mostraron seña severas del trastorno.
En el nivel más alto los hallazgos fueron más preocupantes. Dentro de los jugadores profesionales con CTE, el 86 % demostró una patología severa y esto afectaba a siete de los ocho jugadores de la Liga Canadiense de Football y 110 de los 111 jugadores de la NFL.
Todos los cerebros estudiados fueron donados por sus familiares para investigación científica. No podemos estar seguros de por qué, pero probablemente fueron motivamos debido al debate publico sobre la CTE y los síntomas demostrados en los jugadores.
Síntomas
Esos síntomas comienzan con dolores de cabeza y desorientación, pero pueden desarrollarse hasta incluir perdida de memoria y comportamiento errático. Por último existe la posibilidad de desarrollar demencia, agresión y conductas suicidas.
La prevalencia del daño cerebral revelado ha llevado a los investigadores a confirmar que es claro que el futbol americano cobra una cuota muy cara en las mentes de muchos de sus jugadores y argumentan que esto es algo de lo que definitivamente se debe hablar.
“Es imposible seguir ignorándolo”, dijo Ann McKee, neuropatóloga y una de las autoras del estudio a The Boston Globe. “Esto me dice que se trata de un problema de salud publica, algo que debería de preocupar a los padres y atletas”.
Todos los participantes estuvieron expuestos a un tipo de trauma de cabeza repetitivo similar mientras jugaban el mismo deporte.
En 2015, la NFL, llegó a un acuerdo de un millón de dólares para poner fin a decenas de denuncias de exjugadores que padecen problemas neurológicos.
Los resultados fueron publicados en el diario JAMA

