Un páncreas artificial en mujeres embarazadas con diabetes podría reducir el margen de malformación y muerte en fetos y neonatos
En Inglaterra probaron un páncreas artificial en mujeres con diabetes tipo 1, los científicos afirman que esto mejoraría la salud de las madres y los bebés.
La investigación se realizó en la Universidad de Cambridge, Inglaterra, pues es bien sabido que cuando una mujer con diabetes se enfrenta a un embarazo sufre cambios hormonales que dificultan la regulación de los niveles de glucosa en la sangre, lo cual suele ocasionar severas consecuencias para el bebé; sin embargo, como resultado del estudio los científicos hallaron que un páncreas artificial permite mantener la glucosa en niveles normales.
La diabetes tipo 1 regularmente comienza en la niñez o adolescencia y los pacientes controlan su avance con ejercicio, dieta e inyecciones de insulina; no obstante, durante el embarazo el control de esta enfermedad se complica porque las diferencias en los niveles de glucosa en sangre son mucho más reducidas y los niveles altos o bajos -que para un adulto podrían ser sobrellevados- afectan sobremaera a un feto.
La doctora Helen Murphy, quien dirigió el estudio en los Laboratorios de Investigación Médica de Cambridge, indicó: “la mitad de los bebés que nacen de madres con diabetes tipo 1 padecen sobrepeso o son obesos al nacer, esto se debe al exceso de azúcar en la sangre”.
La propuesta de este estudio consistió en colocar un páncreas artificial a 10 mujeres embarazadas que sufrían diabetes tipo 1, este dispositivo apoyado en un sensor que constantemente vigila los niveles de glucosa envía sus resultados a una computadora que, a su vez, informa a una bomba de insulina la cantidad de ésta que inyectará automáticamente; como resultado del estudio las 10 mujeres lograron mantener normales sus niveles de glucosa.
Aunque esta investigación aún se halla en sus primeras etapas, los resultados obtenidos hasta el momento ofrecen una enorme esperanza para reducir el número de bebés nacidos muertos, o que fallecen enseguida de nacer; la doctora Helen Murphy agrega: “Los niveles altos de glucosa incrementan el riesgo de malformación congénita en el feto, nacimiento muerto, muerte en los primeros días de vida, parto prematuro, macrosomía (bebés demasiado grandes) y hospitalización del neonato. Así que descubrir que un páncreas artificial ayudaría a mantener niveles casi normales de glucosa en estas mujeres resulta muy prometedor”.

