Dueños no les brindan atenciones sanitarias ni afectivas y terminan por abandonarlos
En el área metropolitana de la Ciudad de México habitan un millón 200 mil canes, sobre todo en las delegaciones Iztapalapa, Magdalena Contreras y Milpa Alta, de los que 120 mil son callejeros; y cada año 18 mil se pierden o son abandonados por sus dueños.
Entre los propietarios hay una escasa cultura de la tenencia responsable de los animales de compañía; se tiene la costumbre de dejarlos libres durante horas o días, y muchas veces se les abandona de manera definitiva. Esto ha llevado a que durante 2011 la Secretaría de Salud del Distrito Federal considere sacrificar 30 mil perros callejeros con barbitúricos. En sus dos centros de salud la dependencia recibe cada año 60 mil perros y gatos callejeros, y 9 de cada 10 perros levantados en la calle son sacrificados porque sus dueños no los reclaman a pesar de tener 72 horas para hacerlo.
La urbe es propicia para su reproducción sin control y para que adquieran enfermedades o sufran traumatismos graves por atropellamiento o ataques de otros perros, o de las mismas personas.
Por otra parte, indica el jefe del Departamento de Medicina, Cirugía y Zootecnia para Pequeñas Especies, de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Nacional Autónoma de México, Joaquín Aguilar Bobadilla, es necesario tener mayor conciencia sobre la transmisión de enfermedades parasitarias intestinales por vía fecal-oral, de perros a humanos.
Al año, añade el académico, se recogen unas 182 toneladas de sus heces (media tonelada a diario), que al secarse pueden derivar en contaminación ambiental o de alimentos, y por ende en enfermedades respiratorias o gastrointestinales. Los puestos ambulantes de comida pueden contaminarse de modo directo o indirecto a través de vectores como cucarachas, moscas y ratas, y ser fuente de transmisión de enfermedades parasitarias o bacterianas al hombre.
El especialista de la UNAM destaca la importancia de fortalecer la cultura de la tenencia responsable de los animales de compañía, que debe considerar un programa de medicina preventiva para las mascotas (vacunaciones, desparasitación, esterilización, limpieza dental) y visitas periódicas al veterinario, además de salir con ellos a la calle con correas y recoger sus heces de la vía pública.