Un nuevo análisis permite a las mujeres realizarse ellas mismas la detección del cáncer cérvico-uterino
En la actualidad hacerse la prueba de papanicolau requiere introducir un hisopo en la cervix para recoger muestras de células, y debe practicarse en una clínica con personal capacitado. Un espéculo es colocado en el canal vaginal para capturar células epiteliales del cuello uterino, las cuales son llevadas a un laboratorio donde son analizadas en el microscopio a fin de observar anormalidades que indiquen la presencia precáncer o cáncer. Es la forma más efectiva de detectar de manera temprana el cáncer cervical, el cual es totalmente prevenible, además de otras infecciones de la cérvix y el endocérvix, sin embargo muchas mujeres, por varias y distintas razones, nunca se lo hacen.
El profesor Attila Lorincz, especialista en epidemiología molecular de la University of London, desarrolló un nuevo tipo de análisis, sencillo y análogo, llamado test DIY (Hazlo tú mismo, por sus siglas en inglés), a la prueba convencional de papanicolau, y las mujeres pueden realizárselo a sí mismas para detectar el cáncer-cérvico-uterino.
“Las mujeres se toman la muestra solas introduciendo un hisopo o un cepillo pequeño en la vagina, acción que puede hacer de pie. Una vez adentro, el hisopo se mueve alrededor del canal vaginal para tomar la muestra y ya afuera se coloca en un tubo que es enviado al laboratorio, el cual informa los resultados a las pacientes. Si la prueba es positiva, hay un sistema establecido en los servicios de salud sobre el seguimiento que se les debe dar”, explica el investigador.
El avance, publicado en The Lancet y en el que participaron investigadores mexicanos del Instituto Nacional de Salud Pública, podría ayudar a reducir las altas tasas de esta enfermedad, la primera causa de muerte por cáncer en muchos países del mundo. Fue probado en un ensayo clínico en el que participaron más de 20,000 mujeres en México, donde el cáncer de cuello uterino es la primera causa de muerte por cáncer en mujeres mayores de 25 años. La mitad de las participantes se realizaron la nueva prueba solas en sus casas y la otra mitad asistió a una clínica para someterse al análisis convencional. Los resultados mostraron que el autoanálisis logró detectar cuatro veces más casos de cáncer cervical y tres veces más casos de anormalidades precancerosas que la prueba de papanicolau. Una de las limitaciones del análisis que todavía presenta es que detectó un número de falsos positivos en pacientes que, en pruebas posteriores resultaron estar sanas; esto significa una carga adicional para los servicios de salud, pero los científicos esperan poder solucionarlo en futuros ensayos.
El cáncer cérvico-uterino, que casi siempre es causado por el virus del papiloma humano (VPH), comienza con una lesión que puede ser detectada en la prueba de Papanicolau, y en esta etapa puede tratarse exitosamente. Por eso se recomienda que las mujeres se sometan a la prueba de manera regular, por lo general cada tres años.
México, Brasil y otros países de América Latina tienen tasas muy altas de cáncer de cuello uterino, entre dos y cinco veces más que en Estados Unidos o Europa. En todo el mundo más de 270,000 mujeres mueren cada año por este tipo de cáncer, principalmente en los países de medianos y bajos ingresos, donde las mujeres no tienen acceso a escrutinios ni vacunas.