Un análisis detecta las cepas de más riesgo del VPH y podría aplicarse a mujeres que no son protegidas por la vacuna
En noviembre investigadores de la Universidad de Londres dieron a conocer que habían desarrollado una prueba casera de papanicolau, llamada test DIY, a fin de detectar a tiempo el cáncer cérvico-uterino. Ahora científicos del Instituto Nacional del Cáncer de E.U. crearon un análisis que detecta las cepas más riesgosas del Virus del Papiloma Humano.
La mayoría de los casos de cáncer de cuello uterino, igual que varios otros tipos de cáncer en mujeres y hombres, son causados por el VPH, que es transmitido sexualmente.
Ya existe una vacuna para prevenir la infección por este virus y en varios países, como México, las adolescentes y jóvenes ya están siendo vacunadas. Pero las mujeres mayores de 30 años (y la gran mayoría de la población femenina en países en desarrollo) no están siendo protegidas con la vacuna.
En un estudio publicado en The Lancet Oncology, los científicos creen que la prueba de papanicolau que se realizan las mujeres de entre 25 y 65 años cada tres o cinco años para identificar signos de cáncer de cuello uterino, podría mejorarse con un nuevo análisis que detecta las cepas de más alto riesgo del virus que causa la enfermedad. El análisis de VPH, llevado a cabo junto con el papanicolau, podría ser la mejor opción para proteger a estas mujeres.
El nuevo análisis, desarrollado por los doctores Hormuzd Katki y Nicolas Wentzensen, toma una muestra de células del cuello uterino para detectar bajo el microscopio las lesiones que pueden conducir a cáncer. Al aplicarlo, según los resultados del estudio, se logró detectar más casos de cáncer a una etapa más temprana que con sólo la prueba de papanicolau.
En el estudio participaron 45,000 mujeres, de entre 29 y 56 años. Los científicos llevaron a cabo la prueba de VPH en todas las muestras recogidas, y las pacientes con resultados positivos de las cepas de alto riesgo del virus fueron invitadas a una prueba adicional de papanicolau. Los resultados mostraron que de este modo se pueden prevenir adicionalmente 10 casos de cáncer por cada 100,000 mujeres al año.
De acuerdo con los científicos, si se pone en práctica esta estrategia en todas las mujeres mayores de 30 años se podría reducir la necesidad de llevar a cabo análisis de papanicolau cada tres años.