Cuando el cantante británico Ian Dury lanzó el single “Sex & Drugs & Rock ‘n’ Roll” en 1977, debe haber tenido alguna intuición sobre los sistemas de recompensa del cerebro. Aquí te explicamos por qué…
Cuando el cantante británico Ian Dury lanzó el single "Sex & Drugs & Rock ‘n’ Roll" en 1977, debe haber tenido alguna intuición sobre los sistemas de recompensa del cerebro. Porque, como se muestra en un estudio en Scientific Reports, el placer musical utiliza los opiáceos enfocados del cerebro, al igual que cuando tienes relaciones sexuales, comes o utilizas drogas recreativas.
Adiel Mallik, neurocientífico de la Universidad McGill en Canadá, y su equipo reclutaron a 21 estudiantes universitarios, a los cuales pagaron $ 100 por su tiempo, y les pidieron que trajeran dos canciones que realmente les gustaban. La mitad de los participantes tomaron naltrexona, una droga usada para tratar la adicción que bloquea los receptores opioides, reduciendo así las emociones positivas y negativas. La otra mitad tomó un placebo.

