Packbot ingresó en edificios averiados de la central; es la incursión más profunda desde que se registró la primera explosión
En la mañana de ayer robots Packbot 510s ingresaron a los edificios 1 y 3 de la planta nuclear de Fukushima para medir la temperatura, la concentración de oxígeno y la radiación, registrando un alto nivel de ésta, lo que hace más difícil el reingreso de trabajadores. La máquina realizó la incursión más profunda desde que sucediera la primera de varias explosiones en la planta después del sismo y el tsunami.
Aún no se tiene información sobre las conclusiones, pero se prevé que los robots (son dos, y otro par modelo Warrior 710, que pueden trabajar en conjunto) también sean enviados a los otros reactores. Además de estos aparatos, empleados en situaciones distintas para desactivar bombas, se utiliza una excavadora mecánica para remover restos, y un helicóptero no tripulado toma imágenes de la zona. Ya han participado robots con locomoción de serpiente, como el OmiTread, y otro Moni Robo A.
El robot envió imágenes que muestran el daño generalizado de los reactores (techos reducidos y paredes rotas), los cuales han sufrido explosiones de hidrógeno.
Tepco, la compañía que opera la central, ha señalado que la situación no tendrá una solución rápida. Se requerirán al menos tres meses para estabilizar los sistemas de refrigeración de los reactores y de los estanques de combustible nuclear usado, reducir el nivel de filtración radiactiva, descontaminar el área, y al menos entre medio año y nueve meses para controlar la liberación de materiales radiactivos, apagar los reactores y cubrir los edificios con algún tipo de protección.