La alerta es en todo el país ante el repunte del virus en Europa y que llegó a la Ciudad de México
Hace más de una década México se declaró libre del virus del sarampión, pero ahora las autoridades sanitarias ven un riesgo ‘muy alto’ de que se genere un brote.
Sin embargo, no es una alerta comparable a la pandemia de influenza que se tuvo en 2009-2010 y que fue generada por el virus H1N1.
El único caso de sarampión confirmado hasta el momento es una niña francesa menor de dos años, hija de mexicanos, que voló desde Francia a la Ciudad de México el 10 de julio pasado. Al respecto, cabe recordar que en mayo se comenzó a registrar en Europa brotes de esta enfermedad.
El virus del sarampión tiene una capacidad de transmisión entre 10 y 20 veces más potente que el de la influenza, por lo que podría darse el caso de brotes locales. Aunque no se ha detectado una mutación importante en él, se trata de un ser vivo con la posibilidad de hacerlo.
Se tiene preparado un plan de vacunación en los siete principales aeropuertos del país (ya se aplica en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México) dirigido a la población vulnerable que vaya a viajar al extranjero y desee inmunizarse, es decir personas menores de 39 años que no hayan sido vacunadas contra la enfermedad o que no hayan recibido una segunda dosis, o menores de 12 años que no hayan padecido sarampión o no estén vacunados.
El último caso de sarampión en México fue en 2007, un enfermo que se contagió en otro país. En el continente, de acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud, el último caso se registró en 2002.
El virus del sarampión se transmite a través de las secreciones de la nariz, boca y faringe que pasan al aire cuando la persona enferma habla, respira, tose o estornuda; suprime el sistema inmunitario, lo que permite la entrada de microorganismos oportunistas. Entre la primera y segunda semanas del contagio los síntomas son fiebre, tos, conjuntivitis, lesión en la garganta o salpullido, aunque puede haber complicaciones como otitis media y encefalitis, neumonía, diarrea, que si no son atendidas llegan a causar la muerte.
Por ello es importante acudir al centro de salud para aplicarse la vacuna gratuita y evitar el contagio, o ante los primeros síntomas.
¿Cómo destruirlo? Basta lavar con detergente común los objetos tocados por una persona contagiada.

