Cerca del 5 % de las personas que enfermaron de coronavirus lidian con síntomas que se alargan durante meses: se trata del síndrome de Covid-19 prolongado.
Lo hemos escuchado cientos de veces: el dolor de garganta, la pérdida del olfato, la aparición de fiebre y el dolor de cabeza son los síntomas más comunes de Covid-19. Estos malestares suelen aparecer entre 2 y 14 días después de la exposición (comúnmente se manifiestan en el día 5) y en la mayoría de los casos, se mantienen durante un par de semanas antes de que ceda la infección.
Esta es la tónica de la mayoría de casos con síntomas de Covid-19; sin embargo, cada vez más personas manifiestan que aún después de meses de haberse contagiado, experimentan síntomas que les impiden tener una recuperación completa.
Este fenómeno es conocido como síndrome de Covid-19 prolongado o poscovid (long covid en distintos estudios científicos) y según Vicente Soriano de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de la Rioja, se presenta en alrededor del 5 % de pacientes que padecen coronavirus.

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Los síntomas más comunes referidos por las personas con síndrome de Covid-19 prolongado son dificultad para respirar, tos, fatiga, pérdida del olfato y dolores articulares y musculares.
A esta lista de malestar comunes asociados a la infección aguda por coronavirus, Soriano agrega “trastornos del sueño, pérdida de memoria, desorientación, dificultad de concentración, cansancio, depresión, dolores musculares y articulares, cefalea, palpitaciones, alopecia y febrícula o fiebre intermitente”.
En octubre pasado, la Organización Mundial de la Salud alertó de los reportes clínicos que daban cuenta del síndrome de Covid-19 prolongado. El director de la organización, Tedros Adhanom Gebreyesu, explicó en conferencia de prensa que la comprensión de los efectos del coronavirus a largo plazo aún requiere de mayor investigación y sugirió que podría estar relacionado con la inmunidad:
“No sabemos lo suficiente sobre la inmunidad al COVID-19. La mayoría de las personas que están infectadas con el virus desarrollan una respuesta inmune en las primeras semanas, pero no sabemos qué tan fuerte o duradera es, ni en qué se diferencia para distintas personas”.

Aún no está del todo claro el origen del síndrome de Covid-19 prolongado; sin embargo, una de las teorías más aceptadas entre especialistas asegura que los efectos derivados del proceso de inflamación crónica que corresponde al momento más grave de la enfermedad, podrían tener una relación con este malestar prolongado.
Cuando Covid-19 se replica rápida y agresivamente en el organismo, tiene lugar un proceso hiperinflamatorio producido por el sistema inmune ante su incapacidad de frenar al virus. Entonces el cuerpo produce una “tormenta” de citoquinas, las células encargadas de regular la inflamación. En caso de no controlarse, esta inflamación sistémica puede contribuir al progreso fatal de la enfermedad.
Según Vicente Soriano, esta tormenta de citoquinas “podría producir una desregulación inmune y ocasionar el empeoramiento clínico y complicaciones en todo el organismo”, un efecto que a su vez “podría conllevar una activación de la expresión de virus endógenos y cambios epigenéticos que aumentarían el metabolismo celular”.
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