El dispositivo evitaría el uso de punciones en diabéticos y garantizaría la dosis exacta de la hormona
En la actualidad la mayoría de quienes tienen diabetes no controlan de manera óptima sus niveles de azúcar en la sangre, lo que reduciría el riesgo de complicaciones mayores. Otros, los diabéticos tipo 1, requieren dosis de insulina para mantener la glucosa en rangos estables, y la terapia más utilizada, por su bajo costo, son las inyecciones de la hormona.
Estas punciones tienen el propósito de disminuir las concentraciones de glucosa en el organismo, pero son incómodas porque se requiere medir sus niveles tres o cuatro veces al día, antes de cada inyección. Las dosis son calculadas por el médico, lo cual tampoco significa que siempre sean las más precisas.
Tomando en cuenta ello, investigadores de la Unidad de Investigación Médica de Enfermedades Metabólicas del Instituto Mexicano del Seguro Social, y del Posgrado de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México, trabajan en el diseño de un dispositivo inteligente, útil para todo paciente y en cualquier condición, que automatizaría el proceso. Al no requerir punciones, no causaría molestias y la medición de la glucosa, en tiempo real, garantizaría la dosificación exacta.
El proyecto, integrado por ingenieros biomédicos, médicos, matemáticos, veterinarios y biólogos, consiste en un sensor que mide los niveles de glucosa y una bomba para suministrar la dosis necesaria, explicó Ana Gabriela Gallardo, académica de la UNAM. “Nuestra idea es diseñar un controlador que funcione para todos, sin importar el grado de avance del padecimiento, cantidad de carbohidratos que ingieran, práctica de ejercicio para mejorar su condición o niveles de azúcar”, añade.
El propósito es reproducir la función del páncreas, a fin de crear uno artificial que mejore la calidad de vida de los pacientes, al regular sus niveles glucémicos.
La glucosa es la fuente primordial de energía para el metabolismo. Para ser tomada de los alimentos, requiere la mediación de la insulina, sustancia producida por el páncreas.
La concentración de hasta 100 mg/dl de glucosa se considera normal; si es inferior, provoca complicaciones en distintos órganos, principalmente en el cerebro, que consume 70 miligramos por minuto.
Si los niveles son de 126 mg/dl o mayores, y persisten por un período prolongado, tejidos, nervios y vasos sanguíneos se dañan, lo que explica padecimientos renales, pérdida de visión y lesiones en extremidades. A este cuadro se le conoce como hiperglucemia crónica.
México está entre los primeros lugares mundiales en obesidad infantil y adulta, factor de riesgo para enfermedades como la diabetes, una de las primeras causas de muerte en el país. El controlador es probado, a nivel experimental, en la Unidad de Investigación Médica de Enfermedades Metabólicas, del Centro Médico Nacional Siglo XXI. Fuente: UNAM

