Investigadores descubren una sustancia de la que aseguran inhibe el crecimiento del cáncer; funcionó con animales y darán el siguiente paso: investigar sus efectos en humanos
Científicos del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (Idibell), encabezados por Manel Esteller, han identificado una sustancia que, aseveran, inhibe el crecimiento de los tumores cancerígenos, se trata de una molécula conocida como enoxacina.
El estudio se publica esta semana en la revista científica Proceedings of the National Academy of Science (PNAS).
Los investigadores han identificado una sustancia que inhibe el crecimiento del cáncer mediante la activación del llamado ‘genoma oscuro’ (o ADN no-codificante) y de las moléculas de micro-ARN. Las células del cuerpo humano poseen un genoma (el conjunto de nuestro ADN) que codifica nuestras proteínas, como la queratina de la piel o la hemoglobina de la sangre. Este genoma con ADN codificado sólo representa 5% de nuestro material genético. El porcentaje restante se conoce como genoma oscuro o ADN no-codificante y su función es, en buena parte, desconocida.
Una parte de este ADN produce unas pequeñas moléculas denominadas micro-ARN, éstas se encargan de activar o desactivar los genes. En los últimos años se ha demostrado que las alteraciones en estas moléculas se relacionan con la formación de tumores. Los estudios han demostrado que la pequeña molécula enoxacina, utilizada en compuestos antibacterianos, se une a la proteína que construye los micro-ARN y estimula su actividad inhibidora del crecimiento del tumor.
El investigador Manel Esteller ha explicado que “es como si a un coche de segunda mano le ponemos un motor acabado de salir de la fábrica”. Según Esteller, sus efectos benéficos se han comprobado tanto en células de laboratorio como en modelos experimentales animales y ahora debería estudiarse su funcionamiento en humanos. Ha destacado que la ventaja de este compuesto es que se conoce su metabolismo y su seguridad en humanos.
Según Esteller, “aunque pueda no llegar a aprobarse el uso de esta molécula en tratamientos oncológicos, el hallazgo abre la puerta al diseño de nuevos fármacos que tengan como diana terapéutica los micro ARN”. “Mostramos a la industria farmacéutica una nueva dirección hacia dónde dirigir sus esfuerzos en la terapia antitumoral”. ¿Qué te parece?
EFE