Después de generaciones de cuidadosa crianza, las vacas producen más leche que nunca. Al mismo tiempo, se han vuelto menos fértiles
Después de generaciones de cuidadosa crianza, las vacas lecheras alrededor del mundo producen más leche que nunca. Al mismo tiempo, se han vuelto menos fértiles, fenómeno que ha preocupado y consternado tanto a ganaderos como científicos. Ahora, un equipo de biólogos europeos ha encontrado la causa.
En 1960, la vaca común daba aproximadamente 6, 300kg de leche en un año. En 2000, esa cantidad había incrementado a 11, 800kg. En 1910, la vaca promedio necesitaba 1.8 rondas de inseminación artificial para quedar embarazada, número que aumentó a 3 rondas en 2000. Esto se debe a que los mismos genes responsables del aumento de producción de leche también causan la muerte de embriones.
El equipo de investigadores centró su estudio en el ganado “Nordic Red” y encontró que un tercio de la población carecía de una copia de los mismos cuatro genes. Al igual que los humanos, las vacas deben tener dos copias de cada gen (una heredada de la madre y la otra del padre). Esta falta genética hace a las vacas producir una mayor cantidad de leche.
Los granjeros generalmente escogen a las vacas lecheras más eficientes para seguir criando. Sin saberlo, continuaron pasando la falta genética de generación en generación, volviéndola una falla común. Si bien el estudio se enfoca únicamente en una sola raza, con se puede saber con certeza si las mismas fallas genéticas están presentes en las vacas de América. Sin embargo, éstas también han presentado un declive en fertilidad.

