Este curioso efecto secundario de la inmunización podría ser de gran ayuda para detectar enfermedades antes de que aparezcan los primeros síntomas
Una nueva investigación del Centro de Sentidos Químicos Monell, en conjunto con el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA por sus siglas en inglés), reveló que la inmunización puede desencadenar un cambio en nuestro olor corporal.
El hallazgo presente evidencia de que se pueden utilizar los olores para “espiar” el sistema inmunológico y sugiere que la detección de enfermedades no-invasivas puede ser posible incluso antes de que aparezcan los síntomas visibles. Los resultados del estudio serán publicados en el diario Physiology and Behavior.
Para el estudio se entrenó a un grupo de ratones “biosensores”, los cuales tenían que diferenciar los olores de orina de ratones vacunados contra la rabia (RV) o el virus del oeste del Nilo (WNV). Asimismo, fueron entrenados para poder diferenciar entre orina de ratones tratados con lipopolisacáridos (LPS), una bacteria que activa el sistema inmunológico, y orina no tratada.
Después de completar las sesiones de entrenamiento, los investigadores condujeron una serie de pruebas usando la orina de individuos no conocidos para excluir la posibilidad de que se identificaran los olores familiares en lugar de los olores tratados.
Los ratones “biosensores” pudieron identificar los olores de RV, WNV y LPS en la orina, además de diferenciarlos de la orina no tratada. Estos ratones también fueron capaces de identificar los olores de las vacunas, pero no pudieron diferenciar entre el RV y el WNV.
“Esta investigación indica que hay una relación entre la activación de la inmunidad y los cambios de olores corporales.” Declaró Gary Beauchamp, biólogo del Centro Monell. “Es probable que los humanos tengan el potencial de comunicar la misma información, pero aún se requiere de investigaciones más profundas para comprobarlo”. Un estudio independiente sostiene que los humanos somos capaces de oler la enfermedad.