Endervour, que está en espera de ser lanzado, llevará un espectrómetro que buscará antimateria y materia oscura
Pesa siete toneladas y vale unos 2,000 millones de dólares. Lo diseñaron y construyeron durante 17 años. Cuando sea instalado en la Estación Espacial Internacional, el Espectrómetro Magnético Alfa (AMS-02) analizará los rayos cósmicos (las tormentas de partículas de alta energía, mayormente protones y núcleos de helio) que se dirigen a la Tierra desde estrellas que han estallado, agujeros negros u otros puntos del Cosmos.
También intentará encontrar antimateria, la contraparte de la materia de la que estamos hechos, o ‘materia oscura’, la cual se cree constituye una gran parte de la masa del Universo y no es observable a través de los telescopios actuales al no emitir o reflejar suficiente radiación electromagnética pero se infiere su presencia a través de los efectos gravitacionales que provoca en la materia visible.
AMS-02 contiene un enorme magneto que ‘torcerá’ a las partículas que pasen por la máquina, de este modo revelarán su carga, y otros detectores determinarán la masa de las partículas, su velocidad y energía; quizá queden atrapados sólo protones, pero podría haber una sorpresa, el descubrimiento de algún tipo de materia que jamás se haya visto.