Día a día utilizamos productos derivados de la investigación espacial y bélica como es el GPS, los joysticks de los videojuegos hasta los bolígrafos de bola
Actualmente utilizamos productos derivados de las investigaciones de la NASA, y estas investigaciones son aplicadas tanto para el espacio como la parafernalia bélica.
Lentes que no se rallan, detectores de humo, trajes de baño y filtros de agua son algunos de los productos utilizados hoy en día que primero fueron empleados con motivos espaciales.
De igual manera, hace un par de años las grabadoras de cinta, los bolígrafos de bola y la radio fueron creaciones para diferentes usos en la guerra, como la propaganda en el caso de la radio.
Probablemente el reloj de pulsera que trae puesto es algo que se inventó con fines prácticos: a finales del siglo XIX eran poco utilizados, pues se preferían los clásicos de bolsillo entre los hombres mientras los relojes de pulso se consideraban un artículo femenino (antes sólo los portaban las mujeres).
Sin embargo, en la Primera Guerra Mundial los oficiales de artillería querían tener las manos libres, popularizando éstos relojes entre los civiles.
Los aviones aparecieron en 1903 con fines civiles gracias a los hermanos Wright, pero un Italiano en 1911 dejó caer cuatro granadas sobre unas tropas turcas volando en un modelo mejorado, impulsando fuertemente el desarrollo aeronáutico con motivos bélicos.
Hoy en día jugamos videojuegos con joystick o palanca, inventado en primera instancia como un sistema de dirección para los robots en el espacio.
Nuestros teléfonos móviles tienen GPS (sistema de posicionamiento global) gracias a un sistema desarrollado en los años 60 por el Departamento de Defensa y la NASA, para poder determinar la posición de alguien basado en los satélites.
El termómetro de oído, guantes para bandejas del horno y aspiradoras de mano, son soluciones a diferentes problemas enfrentados por los astronautas durante sus estancias y misiones en el espacio exterior.
Y va todavía más lejos, las tomografías computarizadas o TAC, tecnología para detectar tumores, fueron utilizadas por primera vez para encontrar imperfecciones en las naves espaciales.