El final de la Vía Láctea será inevitable. Andrómeda se dirige hacia ella con rumbo de colisión a 110 kilómetros por segundo y así se vería en el cielo nocturno.
Andrómeda es el objeto más lejano que puede captar el ojo humano. Ubicada a 2.5 millones de años luz de la Tierra, durante una noche despejada y sin luna es posible observarla como un resplandor tenue, producto del gas de los miles de millones de estrellas que habitan esta galaxia.
Y aunque a primera vista la distancia entre Andrómeda y la Vía Láctea parece insalvable, ambas galaxias se atraen entre sí a una velocidad de 110 kilómetros por segundo, una tendencia que se mantendrá durante los próximos 4 mil millones de años, cuando se fundan en un inevitable choque que dará forma a una nueva galaxia.

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Los astrónomos creen que la mayoría de estrellas y sistemas solares de ambas galaxias sobrevivirán a la fusión debido a la distancia que los separa entre sí; sin embargo, el acontecimiento cambiará en definitiva la estructura del Grupo Local, el vecindario cósmico de aproximadamente 30 galaxias cercanas al que pertenecemos.
El choque entre Andrómeda y la Vía Láctea paso a paso
En un intento por mostrar a detalle cómo será la fusión de dos de los objetos astronómicos más masivos que conocemos, el divulgador científico y astrónomo planetario James O’Donoghue realizó una animación para ilustrar el evento cósmico:
The Andromeda galaxy is heading toward the Milky Way at 110 km per second! In billions of years gravity will ensure both galaxies are torn apart across the cosmos, but because the stars are spaced so far apart it's unlikely any two will collide! Credit: NASA/ESA/STScI/(+my edits) pic.twitter.com/hLssKr4Fo1
— James O'Donoghue (@physicsJ) November 10, 2020
En el video, Andrómeda se aproxima a la Vía Láctea durante los próximos 2 mil millones de años, lo suficiente para que su disco se convierta en el objeto más masivo del cielo nocturno.
Desde entonces y hasta los próximos 3.7 mil millones de años, Andrómeda alcanza su tamaño máximo antes de comenzar a fusionarse con nuestra galaxia en los siguientes 20 millones de años, mientras el cielo se cubre con la formación de nuevas estrellas.
Una vez alcanzados los 4 mil millones de años, ambas galaxias pierden su forma característica y mientras Andrómeda se estira cada vez más, el centro luminoso de la Vía Láctea visible desde la Tierra comienza a deformarse.
En 5 mil millones de años, el núcleo de las dos galaxias se verá como un par de lóbulos brillantes y entonces comenzará la parte final de su fusión, un fenómeno que se prolongará otros 2 mil millones de años, dando como resultado una enorme galaxia elíptica que algunos astrónomos llaman Lactómeda.
Y aunque la animación y las imágenes de la NASA que le dan forma ilustran el punto de vista terrestre con montañas que acompañan el cielo nocturno, para entonces la Tierra será un mar de lava y la vida en nuestro planeta habrá desaparecido debido al aumento de la luminosidad del Sol, que dará forma a una estrella gigante roja, devorando a todos los planetas interiores del Sistema Solar.
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