Cada año, la luna de cosecha es el último evento astronómico del verano, e indica la cercanía del equinoccio de otoño en septiembre.
Luna de fruta, Luna de cebada, Luna de maíz: a la Luna de cosecha se le conoce bajo todos estos apelativos alrededor del mundo por la misma causa. Debajo de su luz blanca, los campesinos han recolectado el fruto de su trabajo desde hace siglos. Este lunes, como sucede cada año hacia finales de septiembre, la bóveda celeste se iluminó en el continente americano bajo su influencia satelital.
Un motivo de cambio de ciclo

Como la última luna llena de la época estival, ocurre a tan sólo unos días del equinoccio de otoño cada año. De ahí que sea conocida así desde 1777, cuando la Universidad de Oxford hizo alusión al evento por primera vez, según la cobertura de CNN. Sin embargo, este evento astronómico tiene correlaciones históricas con el inicio del calendario hebreo, budista y de varios países asiáticos, que la utilizan como referencia para ciertos cambios de ciclo.
A partir de este martes 21 de septiembre, el fenómeno será visible en el resto del mundo. Mientras que algunos países —como Japón, Corea y China— celebran la luna de cosecha como motivo religioso y cultural, multimillonarios de Silicon Valley acaban de recibir la autorización para sus primeros proyectos de minería lunar.
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Durante la noche del 20 de septiembre de 2021, la noche estuvo despejada. Por esta razón, la luna de cosecha fue perfectamente observable en todo su fulgor nocturno. Como la última del verano, se logró ver a partir de las 9 de la noche en el continente americano. De acuerdo con el Observatorio Astronómico Nacional, sin embargo, el satélite alcanzará todo su esplendor hoy por la noche.
Para marcar el fin del verano, la luna de cosecha refleja con fuerza la luz del sol durante toda la noche. Por esta razón, antiguamente los cazadores y recolectores nocturnos la utilizaban como referencia para el cambio de estaciones. Además de que las noches se hacen más frías, este evento se posicionó como un marcador agrícola también.
¿Se podrá volver a ver?

La luna de cosecha se puede ver cada año alrededor de las mismas fechas. Hacia final de septiembre, enciende el cielo nocturno con una luz blanca potente. Así que sí, cada año puede volver a apreciarse este evento astronómico, si el cielo está despejado. No sólo esto: en esta ocasión, el resto del mundo podrá apreciarla a partir del día 21 de este mes.
Generalmente, vale la pena sentarse a verla en un espacio abierto. En los entornos rurales, estar cerca del campo ayuda mucho. Sin embargo, en los espacios citadinos basta con subir a una azotea, o mirarla desde un punto elevado. Sin embargo, la contaminación lumínica muchas veces contrarresta su potencia total. En algunos casos, incluso, los mismos edificios interfieren con la visión de su paso por la bóveda nocturna.


Como un epílogo del verano, la luna de cosecha forma parte del ‘folclore’ del cielo previo al otoño. Puede apreciarse a 41 grados latitud Norte o Sur, y retrasa su salida menos de media hora durante los días anteriores y posteriores al fenómeno astronómico. Generalmente, se le puede ver en tonalidades miel, doradas e incluso naranjas, en algunos casos.
Sin embargo, lo más común es que brille con un esplendor plateado aumentado. Así también, que se vea más grande de lo que aparece en el resto de las noches del año. Sin embargo, ciertos escépticos aseguran que éste es únicamente un engaño psicológico, conocida como ‘ilusión lunar’.
Por último, vale la pena recalcar que hay años en que la luna de cosecha se presenta en las primeras semanas de octubre. Aunque en esta ocasión coincidió con el fin de la época estival, siempre hay un desfase entre la duración de los meses en el calendario gregoriano y el ciclo lunar.
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