El próximo mes la nave Rosetta iniciará su misión, la cual culminará con el aterrizaje de un sonda sobre el cometa 67P
La Agencia Espacial Europea tiene grandes planes para el año que viene; el 11 de noviembre, espera aterrizar una sonda sobre un cometa. En los próximos meses, se iniciará una persecución a alta velocidad, una delicada danza alrededor del cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko y, finalmente, el preciso aterrizaje de un módulo a su superficie helada. Una misión complicada que deja poco margen para errores.
En 2004, la ESA lanzó la nave Rosetta, la cual ha estado casi 10 años en el espacio preparándose para esta misión. Tuvo que pasar tres veces cerca de la Tierra y una vez cerca de Marte para servirse de la fuerza gravitacional de los planetas y alcanzar la velocidad de 100 mil k/h, suficiente para interceptar al cometa. Los últimos dos años, ha permanecido en estado de hibernación conservando energía para esta hazaña.
El próximo 20 de enero, a las 5:00am EST, Rosetta será despertada. Si todo sucede como planeado, en los próximos meses se acercará gradualmente al cometa, de 4km de diámetro, y se identificará un buen lugar de aterrizaje. Una sonda llamada Philae se anclará a la superficie de 67P y recolectará muestras del cometa, las cuales serán analizadas ahí mismo con los instrumentos a bordo.
Los investigadores esperan aprender mucho con los resultados, ya que los cometas han permanecido relativamente iguales desde la creación del universo. De acuerdo con Mark McCaughrean, director de ciencia de la ESA, 67P es una cápsula del tiempo conservada desde hace 4.6 mil millones de años. Quizá ayude a los científicos resolver si el agua en la Tierra provino de los cometas.