ESA planea misiones cuyo objetivo será la mitigación de basura espacial y el uso de Fuentes de energías amigables con el ambiente
Tal vez el espacio sea vasto, enorme, alucinantemente grande, pero el espacio alrededor de la Tierra está empezando a atiborrarse con basura espacial.
Esto es una amenaza, no sólo para otros satélites, estaciones espaciales y misiones, sino también para los que habitamos en la Tierra:
Mientras luchamos con los problemas medioambientales que han dejado la actividad humana, la iniciativa de la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés), “Limpia Espacial”, apunta a agendar los mismos problemas en sus misiones, haciéndolas más verdes y usando materiales amigables con el ambiente y buscando maneras de disminuir los niveles de los desechos espaciales.
El mes pasado, la ESA y la compañía privada Eurospace organizaron el Taller de Limpieza del Espacio con Diseño Ecológico y Tecnología Verde 2012 en Holanda. La Limpieza Espacial es un objetivo mayor de la Agenda 2015.
Las metas fueron delineadas por el director general de ESA, Jean-Jacques Dordain.
“Si estamos convencidos de que la infraestructura espacial se volverá más esencial, entonces debemos transmitir el ambiente espacial a las futuras generaciones tal como lo encontramos, que es, prístino” dijo Dordain a UniverseToday.
La exposición revisó todos los aspectos de las misiones espaciales, su impacto ambiental total, desde el concepto de desarrollo hasta el fin de la vida.
El impacto de regulaciones en sentido de sustancias como la hidracina, que es usada ampliamente como propulsor en programas espaciales, sería el desarrollo de una Propulsión Verde con toxicidad reducida.
La sustentación ambiental normalmente significan un incremento de eficiencia, que ESA espera que dará a la industria una ventaja competitiva, por lo que están desarrollando tecnologías que consumirán menos energía y producirán menos desechos, ahorrando costos.
Finalmente, los especiositas de la agencia discutieron la mitigación de desechos para minimizar el impacto al ambiente espacial, así como la huella ambiental de la Tierra, utilizando controlados y no controlados eventos de reingreso y sistemas pasivos de órbita, junto con sistemas activos de órbita.
Cerca de 6 mil satélites se han lanzado desde el comienzo de la Era Espacial, de los cuales menos de mil siguen operando. El resto es abandonado y responsable de su fragmentación si el combustible o las baterías explotan.
Estos desperdicios viajan alrededor de 7.5 kilómetros por segundo: un fragmento de 2 centímetros es suficiente para derribar un satélite.
Y es que tonando como ejemplo la reciente pérdida del Envista, que se partió en pedazos al impactarle un fragmento de basura espacial, se ha convertido en una amenaza como basura espacial.

