El conjunto de telescopios dejó de operar en abril por falta de fondos
El Instituto para la Búsqueda de Inteligencia Extraterrestre (SETI), que tiene su sede en California, Estados Unidos, anunció que logró reunir recursos para reiniciar la operación de las 42 parabólicas del Allen Telescope Array (ATA), las cuales exploran el cosmos para detectar emisiones de radio de posibles civilizaciones en otras partes de la galaxia.
SETI llevó a cabo una campaña de donaciones y pudo reunir más de 200,000 dólares que permitirán a las antenas de ATA salir de su ‘hibernación’ a mediados de septiembre, y mantenerse activas al menos hasta fin de año. Después espera recaudar dinero suficiente para cubrir su presupuesto de 2.5 millones de dólares.
La búsqueda de inteligencia extraterrestre no es una ciencia alternativa, pero las exploraciones han contado con apoyo financiero ante las implicaciones que tendría el descubrir alguna civilización parecida a la nuestra.
El ATA (un campo que cuando esté terminado tendrá 350 antenas) es una asociación entre el Instituto SETI, encargado de la construcción del conjunto de telescopios, y el Laboratorio de Radioastronomía de la Universidad de California Berkeley, que los opera. Fundado en 1984, el Instituto SETI no tiene fines de lucro y ha dependido principalmente de donaciones privadas para apoyar sus investigaciones, enmarcadas en la vida en el universo. La NASA financió una serie de proyectos, pero en 1993 el Congreso estadounidense canceló su participación.
El complejo de antenas (cada una tiene un diámetro de seis metros) está ubicado en el observatorio astronómico de Hat Creek, a 450 kilómetros de San Francisco, California, y su objetivo estaba centrado en rastrear cualquier onda de radio que pudiera emanar de los planetas extrasolares descubiertos por la nave espacial Kepler. En febrero pasado, investigadores de la NASA anunciaron que habían compilado una lista de 1,235 posibles planetas que orbitan estrellas lejanas, algunos de los cuales podrían ser habitables, o estar habitados por alguna civilización tecnológica.
ATA había operado con financiamiento de la Fundación Nacional de Ciencias de E.U. y del gobierno del estado de California. En la búsqueda de fondos nuevos, el Instituto SETI ha ofrecido los servicios del conjunto de antenas a la Fuerza Aérea de EU para ayudar en el seguimiento de los desechos orbitales que puedan poner en peligro a los satélites de defensa, sin respuesta hasta el momento.