Desde sus orígenes, Marte ha sido un paraje desértico, desolado y desprovisto de vida como la conocemos. Ésta es la razón.
Marte lleva siendo un paraje hostil para la vida desde hace miles de millones de años. Polvoso, desértico e inhabitado —hasta donde sabemos—, es hogar únicamente para dunas de arena roja. Aunque existe evidencia de que, hace 4 mil millones de años, la superficie abundó en océanos de agua líquida, en la actualidad poco queda de aquella bonanza antigua —si no es que nada. Un estudio reciente de meteoritos explica cómo fue Marte en sus orígenes. Para aquellos que albergaban esperanza de que hubiera vida, los resultados son desalentadores.
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Una lluvia de meteoritos incandescentes

De acuerdo con un estudio publicado en Science Advances, Marte fue víctima de una lluvia de meteoritos incandescentes. Los astrónomos comparan este evento al meteorito que devastó a los dinosaurios sobre la Tierra, por el impacto ecológico que causó sobre el Planeta Rojo. Así de destructivo fue.
Aunque existe la posibilidad de que el planeta hubiera albergado vida en algún momento de su historia natural, este fenómeno cósmico aceleró las condiciones en las que se encuentra en la actualidad: absolutamente inhabitable.
Esto es así, según astrónomos de Space Science and Technology Centre, en Australia, porque el impacto de los meteoritos fue tal, que las rocas en Marte perdieron sus propiedades y nutrientes. Después de tantos impactos, explica el geólogo Aaron J. Cavosie, que el daño en la superficie no se haya restaurado:
“Este proceso puede hacer que los cristales se doblen y se rompan, e incluso reorganizar los átomos, lo que da como resultado un daño microscópico que permanece con el tiempo”, dice el experto.
Para determinar esto, su equipo aplicó una prueba de microscopio de electrones para identificar el daño por choque en la superficie. En esta ocasión, se utilizó al meteorito marciano conocido como ‘Black Beauty‘, ya que está compuesto de “regolito, que consiste en fragmentos de material de todo el planeta“, explica Popular Science. Esto fue lo que encontraron.
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Después de la tormenta cósmica

Los astrónomos australianos encontraron que el circón en Black Beauty, un compuesto más duro que los diamantes, formó cristales dañados después de estrellarse con Marte. Los resultados de la prueba sugieren que este impacto se dio hace, al menos, 4 mil 500 millones de años. Esto implica que es de los fragmentos más antiguos jamás encontrados en el planeta.
El equipo de científicos piensa que el daño generado por la lluvia de meteoritos fue tal, que impidió la evolución de la vida en el planeta. Incluso desde sus orígenes, parece que Marte fue completamente inhabitable. Este filtro biológico bloqueó la posibilidad, durante miles de milenios, de que el chispazo evolutivo sucediera sobre la superficie marciana.
Después de este ‘bombardeo‘, como lo describen los astrónomos, el Planeta Rojo quedó como “un infierno perpetuo” durante miles de millones de años. A pesar de que la misión Perseverance ha devuelto información fidedigna de que, en algún punto, el planeta rebosó en cuerpos de agua en movimiento, parece ser que desde sus orígenes, Marte estuvo destinado a ser un espacio desértico, desolado y desprovisto de vida como la conocemos.
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