Hace 4 mil millones de años, nuestro planeta se pudo haber parecido mucho a su vecino en el Sistema Solar: Venus, un planeta tectónico.
Venus tiene una atmósfera densa constituida de dióxido de carbono. Sin embargo, nueva evidencia de la NASA reveló que hay partes en la superficie del planeta que se mueven como continentes, como sucede en la Tierra. Aunque todavía no se tiene la certeza de que sea consecuencia de una tectónica de placas, este comportamiento levanta nuevas interrogantes con respecto a su naturaleza misma.
¿Hay movimientos telúricos en Venus?

Todavía no hay datos que confirmen un movimiento tectónico en Venus. Sin embargo, un equipo de astrofísicos de la NASA en Estados Unidos sugieren que podría tratarse de un fenómeno similar, como un “primo geológico” del proceso terrestre. A pesar de esto, las nuevas imágenes venusinas han revelado que éste es un planeta muy activo.
Como tal, no existen continentes en Venus. Por el contrario, hay formaciones geológicas milenarias que forman parte —y son evidencia— de la historia natural del planeta. Muchas de ellas han sido observadas con más detenimiento y nitidez gracias al material que los telescopios han devuelto para la exploración científica.

De la misma manera, la nave espacial EnVision ha servido para crear mapas de radar. De esta manera, se han logrado “mediciones espectroscópicas de la superficie y la atmósfera del planeta“, según la cobertura de la BBC. A partir de esto, los científicos han detectado una deformación tectónica nunca antes vista, que está impulsando movimientos telúricos similares a los de la Tierra.
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Movimiento desde el interior

Paul Byrne, profesor asociado de ciencia planetaria en la Universidad Estatal de Carolina del Norte, está liderando los proyectos de investigación con respecto al movimiento tectónico de Venus. Con respecto a los hallazgos, el experto señaló lo siguiente, en su artículo para Proceedings of The National Academy of Science:
“Hemos identificado un patrón de deformación tectónica no reconocido previamente en Venus, uno que es impulsado por el movimiento interior al igual que en la Tierra […]. Aunque es diferente de la tectónica que vemos actualmente en la Tierra, es evidencia de que el movimiento interior se expresa en la superficie del planeta”.
Junto con Byrne, un equipo de científicos de la Universidad de Londres y otras instituciones detectaron signos nunca antes observados en ciertas regiones del planeta. Específicamente, en bloques de corteza rocosa de las tierras bajas de Venus, que se mueven y giran lateralmente entre sí.

Esta actividad recientemente registrada revela que todavía hay mucho por conocer sobre Venus. Además de romper con la noción de que la superficie funcionaba como un mismo bloque, estos modelos sugieren la presencia de roca fundida al interior.
Más allá de la movilidad superficial, esta movilidad de placas alternativa podría arrojar nueva luz sobre la naturaleza de la historia geológica de nuestro Sistema Solar. Los científicos aseguran que, de alguna manera, podría asemejarse a los procesos de la Tierra primitiva. Hace 4 mil millones de años, nuestro planeta se pudo haber parecido mucho a su vecino solar.
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