Hallan, por primera vez, rastros directos de la gran explosión, probando la teoría de la inflación cósmica, la expansión acelerada del universo tras su creación
Algunos lo han nombrado el descubrimiento del año, digno del Premio Nobel y capaz de revolucionar la cosmología. Astrónomos han descubierto, por primera vez, evidencia directa de la inflación cósmica. Teoría que explica la dramática expansión del universo en sus primeros instantes de formación y que, a su vez, confirma la explosión que dio origen al Big Bang hace 13.8 mil millones de años.
En 1980, el físico teórico Alan Guth propuso una explicación a varias paradojas cósmicas, como la uniformidad de los cielos de polo a polo y la constante temperatura del fondo de microondas en diferentes lugares del universo. De acuerdo con su hipótesis, el universo primitivo experimentó un asombroso brote de crecimiento exponencial, conocido como la inflación cósmica, durante el cual se expandió por 10 billonésimas de billonésimas de billonésimas de segundo en los primeros instantes de su creación, antes de expandirse a un ritmo normal.
Ahora, un equipo internacional de astrónomos, de las universidades de Harvard, Stanford, Cambridge y Minnesota, liderado por John. M. Kovak del Centro Harvard-Smithsonian para la Astrofísica, ha detectado las ondas gravitatorias generadas durante este periodo de violenta expansión, probando que el Dr. Guth estaba en lo correcto.
El hallazgo de estas pequeñas ondulaciones de energía, imperceptibles para el ojo humano, fue posible gracias al telescopio BICEP (Background Imaging of Cosmic Extragalactic Polarization) en el Polo Sur, el cual estudia la radiación cósmica de fondo (CMB), los vestigios del Big Bang.
Aunque hasta ahora se habían encontrado pruebas circunstanciales del periodo inflacionario, el hallazgo de las ondas gravitatorias se considera la evidencia definitiva. El descubrimiento histórico ayudará a los científicos a tener una mejor comprensión del Big Bang y sus consecuencias inmediatas, así como a entender la gravedad.
El hecho de que el periodo inflacionario, un fenómeno cuántico, produjera ondas gravitatorias demuestra que éstas también tienen una naturaleza cuántica. La nueva información guiará a los físicos en su búsqueda por reconciliar la relatividad general, que describe el universo a gran escala, y la mecánica cuántica, que explica el universo en escalas pequeñas.

