Encuentran que nematodo que estuvo en el espacio bajó sus niveles de un serie de genes asociados con el envejecimiento
Llegar al espacio es ya un prospecto difícil y complicado, pero incluso cuando se logra salir de la atmósfera terrestre, todavía existen factores fisonómicos que deben enfrentar los astronautas.
El mayor de todos: un vuelo espacial largo puede causar una pérdida en la masa ósea y muscular.
Para encontrar maneras de combatir este efecto secundario, investigadores han estudiado al C. elegans, un nematodo que tiene muchas características en común con los humanos.
Pero un estudio reciente ha encontrado un efecto secundario en esta lombriz cuando pasa tiempo en el espacio: su vida se prolonga.
Científicos de la Universidad de Nottingham descubrieron que, durante un vuelo espacial, hay una supresión en las acumulaciones de proteínas tóxicas que envejecen la musculatura, además que un grupo de genes se expresan en niveles menores en el espacio.
Usando unas lombrices que viajaron al espacio exterior en misiones de vuelos, se encontró que los nematodos bajaron su expresión en este mismo grupo de genes, por lo que su rango de vida se extendió más.
Todavía no es claro el cómo estos genes contribuyen al envejecimiento, pero los especialistas del estudio creen que puede tener algo que ver con el proceso metabólico.
Por ejemplo, un gen que codifica insulina, que está asociada con el control metabólico, fue encontrado en la serie de genes expresados.
Esto puede significar que el encogimiento muscular en el espacio es más una respuesta natural, y por lo que los investigadores sugieren, el espacio es un lugar que propicia a un envejecimiento más fácil y lento.
Pero todavía se tiene que hacer mucha más investigación antes de llamar al espacio como la Fuente de la Juventud del siglo XXI, según el reporte.

