El polvo lunar es lo suficientemente pequeño para penetrar el tejido pulmonar y causar daños como lo hace el asbesto
Debido a que no se ha pasado tiempo ahí, no se ha realizado mucha investigación en los efectos en la salud a largo plazo de vivir en la Luna.
Un artículo titulado en UniverseToday que cubre varios aspectos de los efectos del polvo lunar en el cuerpo humano ofrece una introspectiva al respecto: la superficie lunar básicamente buscar matarte, aunque, por supuesto, no de manera activa,
Existen muchas razones para evitar la exposición al polvo lunar: el gran problema es la inhalación, ya que incluso teniendo un traje espacial, el polvo puede filtrarse y terminar en espacios libres.
Así, el polvo puede viajar dentro de los pulmones de los astrónomos, causando inflamación y posiblemente incrementar al riesgo de padecer cáncer, tal como el asbesto.
Las partículas podrían ser capaces, también, de viajar en los pulmones de manera más fácil en un ambiente de gravedad baja, y la exposición a los rayos UV y radiación de protones puede hacer del polvo aún más tóxico.
Aún así, existen otras maneras en que puede afectar negativamente esta tierra lunar: sin erosionarse de la misma forma que el suelo terrestre, los residuos rocosos de la Luna pueden ser filosos, ocasionalmente recubiertos con una capa de cristal, causando irritación de la piel al contacto.
Esto es una mala noticia para los ojos.
Sin embargo, los investigadores añadieron una advertencia a todo lo anterior: es sólo una aproximación basada en partículas de polvo simuladas, ya que no se disponía de muestras que fueran fidedignamente provenientes del ambiente lunar.

