En noviembre podría quedar deshabitada; sería la primera vez desde el arribo de astronautas
Con el retiro en julio pasado de los transbordadores espaciales de la NASA, ahora sólo hay una nave disponible para llevar tripulantes a la Estación Espacial: las Soyuz rusas; sin embargo, ante el accidente hace una semana de la nave de carga Progress 44 tras fallar su cohete propulsor, la Agencia Espacial Rusa decidió no realizar más lanzamientos de ningún tipo hasta aclarar el origen de los errores.
De este modo, los últimos tripulantes de la EEI que estaban programados para ser reeemplazados el 16 de noviembre, podrían verse obligados a abandonarla sin sustitutos, al menos de manera temporal, en caso de que el vehículo de lanzamiento no retorne al servicio en ese entonces (después de hacer al menos dos lanzamientos de prueba). Los seis residentes regresarían (tres primero y el resto después) en las dos Soyuz que se mantienen de reserva acopladas a la Estación.
Se tenía previsto que tres de los actuales habitantes del laboratorio espacial (los rusos Andréi Borisenko y Alexandr Samokutátev, y el estadounidense Ronald Garan) regresaran a casa el 8 de septiembre, pero ya se anunció que se quedarán hasta el día 16. La puesta en marcha de sus reemplazos, prevista para el 22, se suspenderá hasta que los investigadores rusos completen su análisis de las causas del fracaso de la Progress, porque las naves tripuladas Soyuz emplean cohetes muy similares al que propulsaba al carguero.
Progress, que contenía casi tres toneladas de abastecimientos para la tripulación de la EEI, se estrelló en la república rusa de Altai, al sur de Siberia, poco después de su lanzamiento desde el cosmódromo de Baikonour, Kazajistán.
Si el cohete no está listo para el lanzamiento de nuevos tripulantes a mediados de noviembre, los últimos tres tripulantes de la EEI (el ruso Serguéi Vólkov, el estadounidense Michael Fossum y el japonés Satosi Furukawa) regresarán a tierra como se ha programado, dejando a la estación desocupada por primera vez en más de una década, desde que en noviembre de 2000 arribaran los primeros astronautas.
Los ocupantes de la EEI cuentan con suficientes reservas de agua, alimentos y oxígeno (al menos hasta marzo próximo), pues en su último vuelo el Atlantis llevó víveres para más de un año. Además está planeado el lanzamiento del ATV Edoardo Almaldi. El regreso de los tripulantes se debe a que las Soyuz acopladas no están diseñadas para permanecer más de 200 días en el espacio. También, debido a las características de la órbita, los días de regreso con luz están limitados.
Aunque las autoridades rusas están cautelosamente optimistas de que la Soyuz volverá a volar antes de mediados de noviembre, está todo preparado para el control de la estación de manera remota, desde tierra, en caso de que no sea así.

