Los límites de nuestra galaxia deberán ser replanteados
Astrónomos han descubierto las estrellas más lejanas hasta ahora conocidas dentro de la Vía Láctea. Llamadas ULAS J0744+25 y ULAS J0015+01, se encuentran a 775,000 y 900,000 años luz respectivamente, siendo cinco veces más distantes que la Gran Nube de Magallanes. Los cuerpos celestes se encuentran a tal distancia que cuando la luz de ULAS J0015 +01 dejó la estrella, nuestros primeros ancestros comenzaban a hacer fuego en la Tierra.
La Vía Láctea se extiende mucho más allá de su disco conocido, el cual mide sólo 100,000 años luz de ancho, aproximadamente. Rodeando nuestra galaxia se encuentra un “halo” de estrellas que se extiendo al menos 500,00 años luz pero cuyas dimensiones exactas se desconocen.
Buscando investigar los confines de nuestra galaxia, el investigador John Bochanski, de Haverford College en Pensilvania, buscó un tipo de estrella denominada gigante roja fresca. Las gigantes rojas frescas son mucho menos abuntantes que las enanas rojas, las cuales representan cerca del 70% de las estrellas de la Vía Láctea, pero casi 10,000 veces más brillantes, siendo mucho más fáciles de localizar.
En una búsqueda que asemejaba encontrar una aguja en un pajar, Bochanski y sus colegas analizaron imágenes del Estudio de Cielo Profundo en Infrarrojo UKIRT y el Sloan Digital Sky Survey. Detectaron a las estrellas ULAS J0744+25 y ULAS J0015+01 y, posteriormente, confirmaron su existencia utilizando el telescopio de 6.5 metros en el Observatorio MMT en el monte Hopkins, en Arizona.
Mediante diversas técnicas calcularon la distancia extrema de las estrellas, las cuales se encuentran 50% más lejanas al sol que cualquier otro astro conocido en la Vía Láctea. Gracias a este hallazgo, publicado en Atrophysical Journal Letters, los astrónomos tendrán la oportunidad de probar algunos modelos acerca de la formación y evolución de nuestra galaxia.

