La sonda que llegará a Marte en agosto buscará indicios sobre si el planeta alguna vez sostuvo vida, que según datos geológicos es factible
La ciencia es simple: ir a donde nadie ha ido y descubrir nuevas cosas sin saber de antemano lo que podrían ser.
Después que investigadores completan sus sondeos iniciales y acumulan una larga lista de cuestionamientos, formulan específicas hipótesis y desarrollan formas de probarlas.
La exploración a Marte está ahora cambiando a esta transición: orbitadores han hecho mapas globales de las características geográficas y composición del planeta, y sondas han unido las piezas que trazan las líneas de las historia geológica de Marte.
Ahora es tiempo de ser más sofisticados.
Según John P. Grotzinger, científico del proyecto y misión Mars Science Laboratory, y geólogo de Caltech (Instituto de Tecnología de California), la sonda del proyecto, el explorador Curiosity, arribará en agosto al Planeta Rojo con la hipótesis de que Marte alguna vez fue un planeta habitable.
El explorador transporta un laboratorio analítico para probar tal hipótesis y encontrar lo que pasó al temprano ambiente clemente que se cree el planeta tuvo.
Un ambiente habitable es definido como aquel que tiene agua, energía y carbono.
Misiones pasadas se han enfocado en el primer requerimiento y han confirmado que Marte tiene actualmente depósitos de agua, al analizar los sedimentos de ciertos meteoritos que se desprendieron de ese planeta hace más de dos millones de años.
Dichas misiones han visto también pistas de gradientes geológicos que hubieran proveído de energía para el metabolismo de algún organismo. Pero nadie ha visto la presencia de carbono en un estado que se acople a la sustentación de vida.
Y es que después de décadas de enfocarse en la geología e hidrología marciana, los cientificos planetarios planean ahora buscar señales más específicas para ver si el planeta alguna vez tuvo las condiciones para sostener vida.
El explorador Curiosity recorrerá el Cráter Gale para buscar compuestos orgánicos con la intención de sentar un debate de décadas de antigüedad sobre si estos compuestos pueden sobrevivir en la superficie de Marte.
Así, el rover establecerá varios registros records: la cápsula más grande que entrará en la atmósfera marciana; el primer uso de una grúa tipo helicóptero para aterrizar la sonda, y el equipo automatizado de laboratorio químico más sofisticado que se haya enviado a otro planeta.
Fuente: Scientific American

