Tienen lugar en el hemisferio norte debido a que la Tierra atraviesa la estela del cometa Swift-Tuttle
En estos momentos la Tierra atraviesa entre los escombros dejados atrás por la estela del cometa Swift-Tuttle y, como consecuencia, algunas partículas de polvo cometario golpean la parte superior de la atmósfera a una velocidad de 225,000 kilómetros por hora.
Tal espectáculo de meteoros en desintegración son las Perseidas, una lluvia de estrellas que también son conocidas como ‘lágrimas de san Lorenzo’. Provienen de la constelación Perseo y justo ahora, este fin de semana, se intensificó porque nuestro planeta está pasando cerca del corazón del enjambre de escombros, por lo que es posible observar hasta una estrella cada minuto.
Este fenómeno ocurre cada agosto en el hemisferio norte de la Tierra, hasta el día 22, sin embargo ahora ha coincidido con la salida de la luna llena y su resplandor ha dificultado el avistamiento de las estrellas fugaces. Sólo los trozos grandes de escombros al desintegrarse producen destellos luminosos muy brillantes como para ser opacados.
El viernes la Organización Internacional del Meteoro grabó un promedio de 25 estrellas fugaces por hora.
Por lo regular pueden observarse mejor en el hemisferio Norte, incluso sin necesidad de tener equipos especiales, desde lugares oscuros.
El nombre ‘lágrimas de san Lorenzo’ se debe a que en la Edad Media este fenómeno anual coincidía con el 10 de agosto, día del santo. Las estrellas fugaces se relacionaban con las lágrimas que vertió el mártir al ser quemado en la hoguera.

