Hallazgos sugieren que la vida en la Tierra pudo tener origen en piezas moleculares creadas en el espacio
Investigadores de la NASA y del Carnagie Institute encontraron evidencias de que algunos componentes básicos del ADN, la molécula que lleva las instrucciones genéticas para la vida, pueden ser creados en el espacio.
Esto apoya la teoría de que estas piezas fueron dejadas en la Tierra por meteoritos y cometas, lo cual contribuiría a que se originara la vida en nuestro planeta.
Desde la década de 1960 se han descubierto componentes de ADN en los meteoritos, pero no había la seguridad de si en realidad provenían del espacio o los cuerpos celestes habían sido ‘contaminados’ al caer. Ahora podría afirmarse que estos bloques constructores de ADN sí se crearon en el espacio.
Científicos del Centro Goddard de la NASA detectaron guanina y adenina, dos bases de ADN, en una docena de meteoritos recolectados en la Antártida y Australia. También hipoxantina y xantina que, aunque no forman parte de esta macromolécula, sí intervienen en otros procesos biológicos.
Pero la evidencia de que los compuestos en los meteoritos vinieron del espacio y no de la contaminación terrestre, fueron tres moléculas relacionadas con bases nitrogenadas: purinas, 2,6 diaminopurina-, y 6,8 diamonupurina (los dos últimos casi no son usados por la biología). Estos compuestos tienen como núcleo el mismo que las nucleobases, pero con una estrucura agregada.
“Si asteroides que se comportan como fábricas químicas de materiales prebióticos, sí se puede esperar que produzcan muchas variantes de bases nitrogenadas, no sólo biológicas, debido a la gran variedad de ingredientes y condiciones de cada asteroide”, explica Michael Callahan, quien participó en el análisis.
Otra evidencia fue que ninguna de las moléculas nucleobases análogas se detectaton en el hielo de la Antártida donde la mayoría de los meteoritos fueron encontrados, ni tampoco en la tierra recogida de uno que cayó en Australia. También los investigadores reprodujeron en laboratorio las bases nitrogenadas, tanto las biológicas como las análogas, simulando las posibles reacciones que ocurrieron en los meteoritos.

