Una nueva luna se podría estar formando en el extremo de el anillo A de Saturno
En este mismo instante, el planeta Saturno podría estar dando luz, es decir, una nueva luna podría estar formándose en uno de sus anillos. El investigador Carl Murray, de la Universidad Queen Mary de Londres, descubrió el extraño objeto y lo ha nombrado Peggy, en honor a su suegra.
En 1997, la NASA envío la sonda Cassini para analizar los siete anillos de Saturno, los más grandes dentro del Sistema Solar, y sus múltiples lunas (recientemente se encontró un océano en una de ellas). El 15 de abril de 2013, captó una extraña fotografía mostrando una misteriosa protuberancia en el extremo del anillo A. Intrigados, Murray y su equipo compararon la imagen con los registros previos y hallaron el posible brote lunar en nueve otras fotografías.
La idea de que los anillos son los precursores de las lunas, incluyendo la nuestra, es relativamente nueva. La teoría, propuesta en 2012 en la revista Science, sostiene que Saturno, Neptuno y Urano tenían sistemas de anillos planetarios más grandes, los cuales se fueron desgastando conforme daban origen a sus satélites. Incluso la Tierra y Plutón tenían anillos, los cuales se condensaron rápidamente dando lugar a la Luna, Caronte y los demás satélites de Plutón.
De acuerdo con Murray, su hallazgo encaja perfectamente con la nueva teoría. Sin embargo, antes de que pueda ser comprobada y Peggy sea declarada una luna, debe contraer la masa suficiente. Por ahora, su débil gravedad intenta reunir polvo y hielo (sustancias que componen a los anillos y lunas de Saturno) para sobrevivir por si sola. De lo contrario, podría disolverse.
Los resultados del estudio han sido publicados en la revista Icarus.