Un satélite detectó las ondas electromagnéticas generadas por los rayos, más allá de la ionosfera
En la Tierra llegan a coincidir hasta 2,000 tormentas eléctricas de modo simultáneo, produciendo unos 50 relámpagos por segundo. Cada ráfaga de rayos crea ondas electromagnéticas que dan la vuelta alrededor entre la superficie terrestre y unos 60 kilómetros de altura. Algunas de estas ondas se combinan y aumentan su fuerza, dando lugar a un látido atmosférico conocido como resonancia Schumann.
Los modelos actuales de esta resonancia (una herramienta para analizar el clima de la Tierra, su entorno eléctrico, e incluso qué tipos de átomos y moléculas existen en la atmósfera terrestre) predicen que estas ondas deberían ser atrapadas entre el suelo y una capa de la atmósfera, la ionosfera, el cinturón de los mencionados 60 kilómetros.
Sin embargo, un instrumento a bordo del satélite C/NOFS (Comunication/Navigation Outage Forecast System) detectó esta resonancia en el espacio. “La energía se está filtrando y esto abre otras posibilidades para estudiar nuestro planeta desde arriba”, comenta Fernando Simoes, científico del Goddard Space Flight Center de la NASA.
La detección de estas resonancias de Schumann en el espacio, indica el estudio publicado en Geophysical Research Letters, requiere, como mínimo, un ajuste de los modelos básicos para incorporar una ‘fuga’ en la parte inferior de la ionosfera. Pero por otra parte, también proporciona una nueva posibiliaad de estudiar los rayos, tormentas eléctricas, y la baja atmósfera. El siguiente paso es averiguar la mejor manera de utilizar esa herramienta desde este nuevo punto de vista”, señala el investigador y autor principal del estudio.

