Por primera vez, se descubren dos agujeros negros supermasivos en una galaxia inactiva
Por primera vez en la historia, astrónomos han detectado un par de agujeros negros supermasivos en el centro de una galaxia inactiva. El descubrimiento fue realmente fortuito, teniendo lugar gracias a que el observatorio XMM-Newton de la Agencia Espacial Europea (ESA) se encontraba mirando hacia el lugar adecuado en el momento adecuado.
Dentro de una galaxia activa, las nubes de gas alimentan constantemente a los agujeros negros. En cambio, en las galaxias inactivas o en reposo, como la Vía Láctea, los agujeros negros se alimentan de eventos de interrupción de marea, los cuales ocurren de manera esporádica y son imposibles de predecir.
Encontrar agujeros negros en galaxias inactivas es realmente difícil, pues a falta de nubes de gas visibles son completamente oscuros. Por suerte, un equipo de investigadores liderado por Fukun Liu, de la Universidad de Pekín en China, estudiaba el espacio cuando presenció el momento justo en el que una estrella fue devorada por uno de los agujeros negros supermasivos, resultando en una explosión de rayos X que delató su presencia.
La separación entre ambos agujeros negros es de aproximadamente dos milésimas de años luz, es decir, cerca del ancho de nuestro Sistema Solar. Eventualmente ambos se fusionarán, liberando una explosión masiva de energía al universo.
Gracias a este hallazgo, los astrónomos han podido confirmar que efectivamente existen agujeros negros supermasivos binarios en las galaxias en reposo (aunque se desconoce qué tan comunes son). Ahora, tendrán un mejor conocimiento del proceso evolutivo que experimentaron las galaxias hasta tomar sus formas y tamaños actuales.
El descubrimiento ha sido detallado en la página oficial de ESA.

