Aunque es muy improbable que un pedazo de basura espacial destruya tu casa, la ley espacial protege a los civiles en la Tierra de estos accidentes.
En mayo de 2021, un pedazo de desechos de un cohete chino entró en la atmósfera terrestre. No sólo se prendió, formando una bola de fuego, sino que aterrizó a toda velocidad sobre la superficie terrestre, cerca de las Maldivas. Lamentablemente, éste no es un evento aislado: la basura espacial ya está siendo un asunto de preocupación a nivel global.
Dada la creciente cantidad de dispositivos, satélites y cohetes que agencias de diversos países están enviando al espacio exterior, la Tierra se está rodeando de una barrera cada vez más impenetrable de basura espacial. En este contexto, surge la pregunta de qué pasaría si un pedazo de estos desechos dañara a alguien, o a sus propiedades. Esto es lo que sabemos.
¿Qué son los ‘escombros espaciales?

Desde hace décadas, el organismo que vigila los desechos humanos que orbitan en torno a la Tierra es la Red de Vigilancia Espacial (SSN) global del Departamento de Defensa, en Estados Unidos. En la actualidad, sus sensores han rastreado un aproximado de 27 mil piezas de ‘escombros orbitales’, lo que se conoce coloquialmente como ‘basura espacial’.
Según la NASA, algunos de ellos son demasiado pequeños para ser rastreados. Sin embargo, siguen representando un peligro para los astronautas fuera del planeta y para quienes vivimos aquí, sobre la superficie:
“Dado que tanto los escombros como la nave espacial viajan a velocidades extremadamente altas […], un impacto de incluso una pequeña pieza de escombros orbitales con una nave espacial podría crear grandes problemas”, explica la agencia en su portal oficial.
Aunque se reconoce como ‘escombros espaciales’ a meteoritos naturales, la amenaza real para la seguridad humana está en los dispositivos creados desde la Tierra, que se envían al espacio exterior con fines de investigación. Las misiones robóticas y los vuelos humanos se ven obstaculizados por estos desechos que, a toda velocidad, pueden impactarles estando fuera del planeta.
Se les conoce como desechos ‘orbitales’, además, porque giran en torno a la Tierra y permanecen en órbita en torno al planeta. Si se acercan demasiado, sin embargo, pueden precipitarse a toda velocidad hacia la superficie. Más recientemente, con los proyectos comerciales de Elon Musk o Jeff Bezos, el turismo espacial también podría convertirse en un problema por esta razón.
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¿La basura espacial es realmente una amenaza?

Generalmente, los restos de basura espacial caen en el océano. Ahí, se quedan a convivir con las especies marinas que habiten la región, contaminando el ecosistema terrestre. Sin embargo, existe una ley global que protege a los civiles si alguna de estas piezas descartadas impactara sus propiedades, o así mismos.
Los parámetros se establecieron en dos documentos específicos: el Tratado del Espacio Ultraterrestre de 1967 y el Convenio de Responsabilidad de 1972. De acuerdo con la profesora de espacio y sociedad centrado en la gobernanza espacial de la Universidad de Arizona,
“Los tratados declaran que los estados son internacionalmente responsables y responsables por cualquier daño causado por una nave espacial, incluso si el daño fue causado por una empresa privada de ese estado”, explica la experta. “De acuerdo con estas leyes, su país ni siquiera necesitaría probar que alguien hizo algo mal si un objeto espacial o sus componentes causaran daños en la superficie de la Tierra o en aviones normales en vuelo”.
Sin embargo, el país de residencia de la víctima de este tipo de accidentes tendría que hacerse responsable de los daños. Lo que es más, según
A pesar de que esto ya se estableció en la ley espacial internacional, lo que verdaderamente preocupa a algunos científicos es la contaminación espacial que este tipo de dispositivos están generando. Ya sea para investigación o para fines de lucro privado, el problema se agrava con cada año que pasa.
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