En agosto de 2012 está proyectado que un tercer rover, Curiosity, llegue al planeta rojo
Desde el 26 de noviembre un tercer rover va camino a Marte y alcanzará su superficie en agosto. Continuará el trabajo realizado por los vehículos robóticos Spirit (que la NASA dio por perdido en julio pasado) y Opportunity. A diferencia de los dos primeros, que sólo son observatorios, el que llegará en 2012 es un laboratorio analítico y su propósito es la búsqueda de moléculas orgánicas que comprueben algún rastro de vida marciana.
Sus instrumentos no sólo desempolvarán rocas, también las vaporizarán con un rayo láser para analizarlas ahí mismo (al chocar el rayo en un punto se produce una nube de plasma que puede dar información sobre la química de la roca); la luz reflejada por éstas a la distancia también permitirá caracterizar minerales, hielos, moléculas orgánicas y suelos, además recolectará muestras y tomará forografías y video en alta resolución; un instrumento al interior del cuerpo del vehículo incluso ‘olfateará’ el aire en busca de metano, el cual es expulsado por microbios o puede ser producto de la reacción de agua líquida con rocas a cierta profundidad de la superficie.
Es decir, el robot científico buscará compuestos orgánicos que permitan averiguar si el ambiente del planeta rojo contiene o pudo albergar vida, y de existir, si ésta es nativa o provendría de meteoritos. La información de las rocas ha estado guardada miles de millones de años y podría responder a preguntas como en qué parte y por cuánto tiempo pudo haber sido habitable Marte, si hacía calor o frío en el pasado, o si el agua era dulce o salada.
Curiosity cubrirá un rango mayor que los rover gemelos y tendrá una batería nuclear, así no dependerá sólo de la luz solar y el polvo en sus celdas. Es el doble de largo y pesa cinco veces más que sus antecesores (este robot, casi una tonelada). Otra característica es la precisión con que amartizará:
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