Rosat ingresó el domingo a la atmósfera y restos se esparcieron cerca de la bahía de Bengala
Una treintena de piezas del observatorio de rayos X Rosat no se desintegraron al entrar en la atmósfera el pasado domingo y cayeron en la Bahía de Bengala, en algún lugar del océano entre India y Myanmar, informó el Centro Aeroespacial Alemán (DLR).
Si la descontrolada trayectoria del satélite se hubiera desviado tan sólo unos minutos al noreste en su punto de ingreso, el artefacto (las piezas sobrevivientes pesaban en conjunto 1.87 toneladas) habría podido alcanzar dos ciudades chinas con millones de habitantes cada una, Chongqing y Chengdu, explicaron científicos del Centro Harvard-Smithsoniano para Astrofísica de Cambridge (Massachusetts).
Hace menos de un mes el UARS también estuvo a la deriva y Roentgen Satellite repitió la historia. DLR había informado el domingo que el objeto de 2.69 toneladas entró en la atmósfera entre las 01.45 y 02.15 GMT, sin conocerse el sitio de su caída.
Definir el lugar exacto del impacto de estos viejos satélites en desuso resulta complicado debido a su elevada velocidad y el movimiento de rotación del planeta.
Durante su misión, entre 1990 y 1999, Rosat giró alrededor de la Tierra en una órbita elíptica a una distancia de entre 585 y 565 kilómetros de la superficie terrestre, pero desde que fue puesto fuera de servicio comenzó a perder altura debido a la fricción con la atmósfera, de manera que a comienzos de septiembre pasado la distancia con la Tierra se había reducido a 290 kilómetros. Al ingresar en la atmósfera a una velocidad de 28,000 kilómetros por hora, el satélite se habría despedazado y la mayor parte de sus piezas desintegrado debido al extremo calor generado por el rozamiento.
Aunque Roentgen Satellite era más pequeño que el UARS, también significaba un poco más de riesgo. Las probabilidades, según los científicos, de que alguien sea golpeado por alguna de las piezas durante la caída de un satélite son muy escasas, sin embargo con Rosat sí eran un poco más altas (una de cada 2,000, mientras que en el caso del UARS eran una de cada 3,000) por el número de fragmentos con posibilidad de resistir, 30 según los cálculos (26 fueron estimados para UARS), y que se dispersarían desde el punto de ingreso en un área de 80 kilómetros sobre la superficie.
Se preveía que el satélite ingresaría a la Tierra entre el viernes y el lunes pasados (completaba una órbita a nuestro planeta cada 90 minutos). La fecha precisa dependía en gran parte de las variaciones en la actividad del Sol, pues la radiación solar incrementa o disminuye la resistencia de la atmósfera de nuestro planeta. Como Rosat no contaba con un sistema de propulsión a bordo, era imposible controlar su entrada.
Rosat fue lanzado por la NASA en 1990 en un programa conjunto entre Alemania, Estados Unidos y Gran Bretaña. Su trabajo fue catalogar las fuentes de rayos X en el espacio profundo y estudiar alrededor de 110,000 estrellas y supernovas. También descubrió que algunos cometas emiten rayos X. En 1998 comenzó a tener problemas y un año después se apagó, el 12 de febrero de 1999, por un error en su sistema de guía. Desde entonces comenzó a estar a la deriva.
El satélite UARS cayó el 24 de septiembre en aguas del Pacífico Sur sin causar daños. ¿Cuántos artefactos han caído a la Tierra sin control? Pulsa aquí.
El siguiente video muestra el paso de Rosat antes de su reingreso a la atmósfera, a una altura de 235 kilómetros, tomado desde un telescopio.