Tras siete meses de letargo, la primer sonda en aterrizar en un cometa, ha despertado repentinamente
Tras siete meses de silencio, la sonda que aterrizó bruscamente en el cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko en Noviembre del 2014 por fin ha despertado y establecido comunicación con la nave que orbita el cometa.
El sábado por la noche (13 de junio) el Centro Aeroespacial Alemán (DLR) en Colonia recibió 85 segundos de noticias increíblemente buenas: un chirrido de datos de la sonda de la ESA, Philae. A pesar de los solitarios meses a la deriva sobre 67P, Philae ha vuelto y ésta listo para la ciencia.
El líder del proyecto, Stephan Ulamec, ha declarado que Philae se encuentra bien, esta operando a una temperatura de -35º C y tiene 24 watts de energía disponible. Los siguientes pasos en la misión serán:
Escuchar atentamente
Philae ha hecho contacto, pero sólo intermitentemente, por lo que el primer paso es establecer un mejor enlace de comunicación. La sonda envía los mensaje a la Tierra a través del satélite Rosetta, lo que significa que la comunicación únicamente es posible durante ciertos periodos. Reorientar a Rosetta podría ayudar.
Ponerse al corriente
El equipo de la misión ha conseguido descargar y analizar 300 paquetes de datos de la corta comunicación con Philea el sábado pasado, pero han revelado que más de 8,000 aguardan en la memoria de la sonda esperando a ser transmitidos. Esto sugiere que Philae ha estado funcionando recientemente pero no ha sido capaz de transmitir, por lo que descargar los datos le dará al equipo pistas acerca de lo que han experimentado en los últimos días.
Ponerse en acción
Los investigadores e ingenieros detrás de Philae han tenido meses para prepararse en caso de que la sonda despertará y han estado planeando secuencias de comandos cortos que pueden ser realizados rápidamente sin poner demasiado estrés sobre la batería. Una vez que se restablezca la comunicación, el equipo cargará los comandos esperando poder obtener el mayor numero de datos científicos acerca de 67P.
Despedirse
Si el aterrizaje de Philae hubiera ido conforme lo planeado, probablemente se hubiera apagado para ahora. El sitio original en el que la sonda estaría ubicada recibiría luz solar, permitiendo su funcionamiento durante aproximadamente tres meses. Pero conforme 67P se acercara el Sol y su superficie se calentara, Philae estaría en riesgo.
67P se calienta y vuelve más activo, emitiendo chorros de gas conforme se aproxima a su punto más cercano al Sol el 13 de agosto, 2015, por lo que Philae está bajo una nueva amenaza.
Crédito de la imagen: DLR Centro Aeroespacial Alemán / Flickr

