En Italia la celebración está conformada por dos orígenes: el católico y el proveniente de las tradiciones paganas surgidas antes de la era cristiana.
La celebración de la Navidad en este país está conformada por dos orígenes: el católico y el proveniente de las tradiciones paganas surgidas antes de la era cristiana. En el antiguo Imperio romano se celebraba la Saturnalia, una fiesta que coincidía con el solsticio de invierno y que hoy es paralela con el adviento. Actualmente, en algunas regiones de Italia, como la Toscana y el sur, durante la Nochebuena los pobladores desfilan en las calles con antorchas encendidas no sólo para celebrar el nacimiento de Jesús, sino también el del ?Sol inconquistable? (uno de los más importantes dioses de la antigua Roma).
Otra de las tradiciones más arraigadas es la del Yule log o encendido de las velas durante la celebración de la Nochebuena, las cuales se mantienen prendidas hasta el año nuevo con el fin de energizar y limpiar el hogar mediante el efecto revitalizante y purificador del fuego. Esta es otra de las costumbres que mezclan la religión con las ideas paganas. Como en otros países católicos, en Italia los niños también esperan la llegada de Santa Claus la noche del 24 de diciembre y luego la de una bruja buena llamada Befana que arriba a sus hogares el 5 de enero con más regalos.
Las iglesias de Italia, como la catedral de Milán, reciben durante las tres semanas que duran las festividades navideñas la visita de miles de fieles católicos.
Fuente: lifeinitaly.com