La celebración de la Nochebuena no ocurre el 24 de diciembre como en Occidente, sino el 7 de enero de nuestro calendario.
Tras la caída del bloque comunista, en 1991, terminó en Rusia la represión de los festejos católicos, por lo que desde entonces han tenido una mayor apertura. La Iglesia Ortodoxa Rusa aún se rige bajo el calendario juliano, por lo que la celebración de la Nochebuena no ocurre el 24 de diciembre como en Occidente, sino el 7 de enero de nuestro calendario. Seis semanas antes de esta fecha los fieles a la religión se someten a una dieta vegetariana y no asisten a ninguna celebración o fiesta. Al igual que en otras culturas, los festejos de la Navidad incluyen una mezcla de prácticas paganas y religiosas.
En Rusia, por ejemplo, es costumbre popular que las personas se disfracen con máscaras de animales y vayan de casa en casa a entonar melodías conocidas como kolyadki, que en su mayoría refieren alabanzas al niño Jesús. Antes de la cena, un gran número de personas realizan el Krestny Khod o Procesión de la Cruz; si es de noche, marchan por las calles con velas y antorchas encendidas hasta llegar a la iglesia principal de la comunidad y colocarse alrededor de ella; poco después ingresan al recinto entonando cantos religiosos.
Durante la temporada vacacional de los estudiantes, del 28 de diciembre al 10 de enero, tienen lugar las populares fiestas públicas llamadas Yolka (Abeto), durante las cuales se efectúan conciertos y espectáculos familiares al aire libre y los niños entonan cánticos a la vez que giran alrededor de un abeto. El Yolka principal se realiza en el Kremlin, y para asistir a él es necesario recibir una invitación que proviene de las oficinas del gobierno. Cada año los mejores estudiantes rusos son honrados con este privilegio. En la madrugada del Año Nuevo los niños esperan la llegada del ?Abuelo Frío? ?equivalente de Santa Claus?, quien llevará a sus hogares juguetes y dulces típicos.
Fuente: bama.ua.edu