Más de 30 mil nativos americanos llegaron a poblar Cahokia, donde realizaban festivales espirituales con deporte, danza y manifestaciones artísticas.
El paraje silencioso que la UNESCO declaró patrimonio de la humanidad en el actual Missouri no da pistas, de entrada, sobre la vida acaudalada que se desarrolló en Cahokia hace mil años. En las cercanías de la ciudad estadounidense de St. Louis, un sitio arqueológico da pistas apenas de lo que pudo haber sido una capital tumultuosa.
Cahokia: una metrópolis debajo de las montañas

Entre los pobladores, las bebidas con cafeína y las fiestas con banquetes masivos no eran poco comunes. Por el contrario, según la evidencia arqueológica, podría haber sido cosa de todos los días.
En la actualidad, un vasto campo verde recubre lo que pudo haber sido la totalidad de la ciudad. La única evidencia que se aprecia a simple vista es un monte elevado con forma de pirámide. Investigaciones recientes demuestran que, efectivamente, debajo del manto de pasto se esconde una estructura con al menos mil años de antigüedad.
De acuerdo con el Museo de Illinois, este asentamiento pudo haber sido poblado por nativos americanos dedicados a la agricultura. Diversas piezas y estatuillas de ídolos se han encontrado en las cercanías, lo que indica una inspiración de trascendencia en su concepción del universo. Como otros pueblos originarios, rendían sus cultivos a fuerzas superiores a sí mismos.
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La ciudad precolombina más grande del continente

Si algo es seguro, es que los pobladores de Cahokia eran grandes estrategas logísticos. De acuerdo con la BBC, una investigación arqueológica reciente encontró cerca de 2 mil cadáveres de ciervos, que pudieron haber sido el plato principal de algún evento multitudinario.
Por esta razón, los arqueólogos determinaron que Cahokia pudo haber sido el asentamiento humano más populoso del norte del continente americano. Con esto, el lenguaje, los habitantes y las expresiones artísticas podrían compararse al de las metrópolis contemporáneas, por su amplia diversidad.
Se estima que Cahokia alcanzó su auge hacia el 1050 d.C., con aproximadamente 30 mil habitantes. En comparación, era una ciudad más grande demográficamente que París en el momento. Por esta razón, pudo haber sido un centro cultural y comercial poderoso. Sin embargo, el factor económico no fue el que consolidó a la ciudad como un punto de interés para los antiguos nativos americanos.
Un destino espiritual

De acuerdo con el arqueólogo Timothy Pauketat, que ha estudiado Cahokia durante décadas, podría ser que la ciudad haya atraído grandes masas de personas por ser considerada como un centro ceremonial. Es decir, por ser un destino espiritual: como un punto de comunión entre el mundo de los vivos y los muertos.
Su teoría concuerda con la evidencia encontrada en el sitio arqueológico. Particularmente, con la presencia de una pirámide ante la cual había una plaza de cerca de 20 hectáreas. Según el equipo de Pauketat, este espacio pudo haber albergado a más de 10 mil personas.
“Es difícil capturar la intensidad, la grandeza, la multidimensionalidad de un evento como ese“, dijo Pauketat. Por esta razón, durante jornadas completas se organizaban recepciones de comida y diversos tipos de bebidas. La evidencia de caza y recolección masivas para las ceremonias religiosas quedan así justificadas.
Podría ser, además, que en torno a estos eventos hubiera deporte, danza y arte. Esta combinación cosmopolita de manifestaciones de actividad humana ha maravillado a los investigadores del sitio arqueológico. A pesar de que ya se tienen indicios importantes para saber los orígenes de Cahokia, todavía hay mucho trabajo por hacer.
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