En el campo de batalla, el chimalli (escudo circular) fue una poderosa arma defensiva de los guerreros mexicas. En sus versiones de lujo fue insignia de valor en ceremonias y rituales, usado por gobernantes, sacerdotes, para ataviar deidades y para distinguir a los mejores combatientes y jefes de grupos guerreros. Pero la naturaleza orgánica de sus materiales constitutivos y el paso del tiempo, lo convirtieron en uno de los objetos históricos más frágiles.
Chimalli ahora en México
El 20 de febrero abrió sus puertas una de las exposiciones más completas sobre arte prehispánico que muestra los tesoros de Moctezuma en el Castillo de Chapultepec, en la Ciudad de México.
“Chimalli. Tesoro de Moctezuma en Chapultepec” es mucho más que una exposición, es la biografía de una pieza excepcional, un escudo prehispánico de singular belleza y valor histórico; es uno de cuatro que existen en el mundo. En sus versiones de lujo fue insignia de valor en ceremonias y rituales, usado por gobernantes, sacerdotes, para ataviar deidades y para distinguir a los mejores combatientes y jefes de grupos guerreros.
Al inaugurar la muestra, Diego Prieto Hernández, director general del INAH, destacó en un comunicado, que la exhibición se ubica dentro dos efemérides: la celebración por los 80 años de creación del INAH y los 500 años de la llegada de los españoles a territorio mexicano.

¿Qué podrás encontrar en la exposición?
La muestra, que presenta alrededor de 340 objetos, se exhibe en el Museo Nacional de Historia “Castillo de Chapultepec”. Ahí podrás apreciar litografías, óleos, piezas arqueológicas, armas, ejemplares disecados, mapas, y como tema central, una colección de piezas de plumaria, donde destaca el chimalli, o escudo prehispánico, confeccionado con plumas de una gran variedad de aves.
Esta muestra, en la Ciudad de México, es resultado de cuatro años de investigación multidisciplinaria, encabezada por Laura Filloy Nadal y María Olvido Moreno Guzmán, curadoras de la exposición.
El cuexyo chimalli se exhibe por primera vez en un concierto museográfico que, de entrada, permite observarlo por el frente y su cara posterior. El campo, ornamentado con plumas —en mosaico y atadas— y la piel moteada de un felino; así como las medias lunas decoradas con restos de pelo de conejo. Se ve con detalle dado el emplazamiento del objeto en un nuevo soporte museográfico.

De regreso a casa
El chimalli que se exhibe cruzó dos veces el Atlántico: salió de México en el siglo XVI en el umbral de la Conquista y regresó en el XIX. La Casa de Austria, a la que pertenecía Maximiliano de Habsburgo, poseyó importantes colecciones procedentes del Nuevo Mundo. En 1865, siendo emperador de México, Maximiliano hizo las gestiones necesarias para el retorno del chimalli con la intención de integrarlo a las colecciones del Museo Nacional Mexicano. Por lo que, el escudo retornó a México en 1866.
La exposición permanecerá hasta finales de mayo próximo en el Castillo de Chapultepec. Para más información visita su sitio web.

