Tomoaki Uno, un famoso arquitecto japonés, se inspiró en la pirámide de Tenayuca para construir casas en Japón. Ésta es su historia.
Desde su fundación, Tomoaki Uno es una firma de arquitectos japoneses que se centra en la construcción de viviendas residenciales. Nombrada en honor a su fundador, Tomoaki Uno, se ha ganado renombre en todo el país por sus construcciones para familias acaudaladas, en las mejores zonas residenciales de abolengo.
Apegados a la estética arquitectónica de su país, prefieren construir casas sobras y equilibradas, con materiales típicos de la región. Entre sus favoritos, están la madera y el bambú. Generalmente, además, en las zonas más ricas de Tokio.
La firma se fundó en 1990. Desde hace más de 30 años, la firma ha utilizado materiales típicos de Japón. Por esta razón, cuando plantearon la construcción de viviendas que se asemejaran a una pirámide mexica, sus seguidores miraron el proyecto con sospecha. En lugar de madera y materiales ligeros, pensaban alzar casas con base en la arquitectura precolombina en México. Ésta es su historia.
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Templos de piedra pesada

En torno a la Cuenca de México, al centro del país, había numerosos recursos naturales. En la época precolombina, el actual Estado de México rebosó en civilizaciones complejas y coordinadas, especialmente en la ribera salitrosa del lago de Texcoco. Durante siglos, los pobladores utilizaron las características del lago para producir sal que vendieron a los mexicas, según los registros del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Especialmente después de la fundación de la Triple Alianza, los pueblos aledaños a México-Tenochtitlan recibieron los beneficios de ser vasallos del imperio mexica. Conformanda entre los mexicas, tezcocanos y los pobladores de Tacuba, corresponden a la etapa inmediatamente anterior al contacto con Europa. Según documenta Arqueología Mexicana, alrededor de “400 pueblos, señoríos y ciudades-Estado se encontraban, de una forma u otra, bajo su dominio”.
A su paso, en las cercanías de Tlalnepantla de Baz, quedó el centro ceremonial de Tenayuca. Según el INAH, estaba dedicado a Tláloc, dios de la lluvia, y Huitzilopochtli, dios de la guerra:
“Un rasgo que distingue al centro ceremonial Tenayuca es su Templo Mayor; es decir, su extraordinario basamento piramidal de cuerpos escalonados característico de la arquitectura religiosa del periodo Postclásico Tardío”.
Éste es uno de los templos más complejos de los que se tiene registro en el centro de México. Tomoaki Uno estuvo en contacto con esta manera de trabajar la piedra, de manera que se generan espacios ceremoniales amplios y refrescantes. Por esta razón, cuando se llevó a cabo el ejercicio Mexico meets Japan, decidió empatar las estéticas ancestrales de ambos países. Éste fue el resultado.
Pirámides mexicas convertidas en casas japonesas

La arquitectura japonesa se distingue por favorecer el contacto constante con la naturaleza. Repleta de jardines y patios amplios, Tomoaki Uno quizo replicar este mismo principio, a partir de la piedra característica de los templos mexicas. De cierta manera, era como llevar una pirámide a Japón:
“El plan general era dar una sensación de apertura a la habitación mientras se protege el espacio privado al rodear los dos jardines, el jardín acuático y el patio, con una pirámide y un espacio privado”, explicó el arquitecto a Architectural Digest.
Una vez que las casas se terminaron, diversos críticos de su trabajo calificaron las residencias como ‘desafiantes‘. Es poco común encontrar estructuras que simulen una pirámide en Japón. Más aún en las zonas residenciales más caras, que se distinguen por seguir un diseño contemporáneo más cercano al estilo nacional.
Incluso Tomoaki Uno se sintió incómodo con esta propuesta. “No podía deshacerme de la sensación de que estaba destrozando la tradición”, confesó a la revista. “Fueron las pirámides de Tenayuca las que me sacaron de este callejón sin salida”. Sin embargo, logró terminar Takamine Cho, la casa que cristaliza esta propuesta híbrida entre la estética japonesa tradicional y la arquitectura mexica.
Actualmente, la casa se encuentra en Nagoya, una zona alejada del bullicio capitalino de Tokio. A pesar de caracterizarse por la paz discreta que propicia la naturaleza, ésta es la cuarta ciudad más grande del archipiélago. Entre cientos de otras casas —íconos de otros arquitectos renombrados—, Tomoaki Uno construyó una pirámide habitable en Japón.
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