El rápido crecimiento de la población junto con la falta de prácticas más sustentables podrían resultar en una catástrofe
Los veloces y numerosos avances en la ciencia médica han conseguido que vivamos más tiempo y que nazcan más bebés sanos. Pero, aunque esto es muy bueno, tiene una consecuencia preocupante.
Un nuevo reporte del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de las Naciones Unidas proyecta que la población mundial alcanzará los 9.7 mil millones para el 2050. La proyección también indica que seremos 8.5 mil millones para el 2030 (actualmente estamos en los 7.5 mil millones de habitantes).
Las cifras de fertilidad están bajando en casi todas la regiones del mundo, sin embargo el aumento en la expectativa de vida sigue permitiendo el crecimiento poblacional ? aunque con un población creciente de personas mayores.
Dicho esto, muchas de las fuentes de las que depende nuestra supervivencia en la Tierra son finitas. Los debates sobre como sostener estos recursos con una semblanza de equidad son realmente importantes para nuestra capacidad de manejar un aumento de población de semejante proporción.
En 2013, el famoso naturalista británico David Attenborough expresó mordazmente sus sentimientos respecto a este boom de la población, diciendo en una entrevista en The Radio Times que los humanos son una plaga. ?O nosotros mismo limitamos el crecimiento de la población o el mundo natural lo hará por nosotros.? Citando al cambio climático como un factor que limitará el tiempo de la humanidad en la Tierra si no cambamos las tendencias.
Otros expertos han emitido sus pensamiento en términos distintos, por ejemplo, el famoso astrofísico Stephen Hawking ha ido más lejos, diciendo que a la humanidad le restan 100 años en el planeta.
Sin importar si la situación es tan dura como creen estos expertos, el aumento en la población humana en la Tierra aunado con una resistencia a enfocarnos en prácticas más sustentables y sostenibles para nuestra utilización de recursos es una receta catastrófica.

