La momia de un rinoceronte lanudo bebé, que vivió hace 10,000 años, ha sido descubierta en Siberia
Los restos de un rinoceronte lanudo bebé, que vivió hace 10,000 años, han sido descubiertos en un río congelado en Siberia. Nombrado Sasha en honor al cazador quien lo encontró, es el único ejemplar completo jamás hallado de una cría perteneciente a la especie extinta.
Científicos de la Academia de Ciencias de Yakutia, a quienes les fue donado el espécimen, esperan poder extraer ADN de los restos para determinar su lugar en el árbol genealógico de la familia de los mamíferos.
Sasha mide cerca de 1.5m de longitud y 80cm de altura. En contraste, los adultos de esta especie llegaban a medir hasta 4.5m de longitud y casi dos metros de altura. Se cree que el joven rinoceronte tenía entre tres y cuatro años de edad, aunque se desconoce si era macho o hembra. La momia está cubierta de un grueso pelaje y muestra dos cuernos, del tamaño de un puño, adheridos al cráneo.
El rinoceronte lanudo (Coelodonta antiquitatis) apareció por primera vez hace 350,000 años durante el Pleistoceno. Se alimentaba principalmente de la vegetación herbácea y habitaba la llamada ?estepa del mamut?; la cual se extendía desde España hasta Siberia y desde latitudes subárticas hasta el Mediterráneo. Se extinguió hace 10,000 años. Algunos expertos culpan a la caza excesiva, aunque fue el cambio climático que acabó con sus fuentes de alimento y hábitat.
Desde el siglo XVIII, se han hallado pocos ejemplares de rinocerontes lanudos, la mayoría incompletos. Las pinturas rupestres halladas en Europa occidental han permitido a los científicos mayor conocimiento sobre su apariencia física. Sin embargo, el hallazgo de rinocerontes bebés es extremadamente raro y se sabe poco acerca de las crías, posiblemente debido a una taza alta de mortalidad infantil.
Si los investigadores logran extraer ADN de Sasha, planean secuenciar su genoma, lo que les permitirá identificar a los parientes más cercanos del rinoceronte lanudo y determinar si existieron más subespecies.
Crédito de la imagen: Academia de Ciencias de Yakutia

