La cerveza era de consumo popular desde hace casi tres mil 500 años en Mesopotamia (Irak), reveló un nuevo estudio publicado en la Revista de Ciencia Arqueológica. El documento resaltó evidencia que muestra que los habitantes de la Edad de Bronce Final de Mesopotamia disfrutaron beber cerveza de cebada, al igual que lo hacemos hoy.
La investigación fue realizada por un equipo internacional de arqueólogos, dirigido por la Dra. Claudia Glatz de la Universidad de Glasgow y el Profesor Jesse Casana de Dartmouth College. Desde 2016, el equipo estuvo supervisando las excavaciones en Khani Masi, un sitio de la Edad de Bronce situado en el valle del río Alto Diyala en el noreste de Irak, como parte del Proyecto Regional Sirwan (SRP).
La cerveza y Mesopotamia
Mientras inspeccionaban el área, los investigadores encontraron restos de numerosos recipientes de cerámica que datan de la . El análisis de estos fragmentos, a su vez, reveló la presencia de compuestos químicos indicativos de una bebida fermentada a base de cebada.
Históricamente se tiene la hipótesis de que la cerveza probablemente se desarrolló independientemente en diferentes partes del mundo. De hecho, algunos creen que esta bebida alcohólica era en realidad el subproducto de la agricultura basada en cereales, y que la fermentación natural desempeñaba un papel en la fase “accidental” de la elaboración de la misma. El comienzo de la fabricación de proto-cerveza posiblemente se remonta al período neolítico temprano, alrededor del 9.500 a.C.

Sin embargo, los historiadores ahora creen que la receta estándar más antigua conocida para elaborarla vino de la antigua Mesopotamia. De hecho, la receta fue descubierta el año pasado en un poema de tres mil 900 años de antigüedad: Himno a Ninkasi . Según los investigadores, Ninkasi era el nombre de la antigua diosa tutelar sumeria de la cerveza o del alcohol.
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En el nuevo estudio titulado “Revelando cervezas invisibles: un nuevo enfoque para la identificación química de la cerveza antigua”, los investigadores añadieron:
“Nuestros resultados analíticos también nos permiten, por primera vez y con confianza, atribuir una gama diversa de equipos para beber al consumo de cervezas y al hacerlo rastrear una transformación significativa en las prácticas de consumo de Mesopotamia”.
Como parte de la investigación se desarrolló una nueva técnica analítica para identificar químicamente esta bebida alcohólica en los recipientes encontrados, afirmó el Dr. Jaime Toney :
“Utilizando la cromatografía de gases, pudimos detectar y medir un conjunto de compuestos fósiles concurrentes que son diagnósticos de la cerveza. Mostramos que este conjunto de compuestos fósiles coincide con los encontrados en la cerveza de cebada moderna, identificando por primera vez un método importante para revelar su presencia, incluso cuando no hay evidencia visible, como la cerveza”.
