Perdido en la región de Sussex, en el Reino Unido, la vida de un pueblito gira en torno a la cienciología, la magia ceremonial y las artes ocultas.
En un pueblito inglés que alberga librerías y joyerías del siglo XIV, nadie se imaginaría que el centro de la vida radica en el desarrollo de las artes ocultas. Magia ceremonial, rituales oníricos y viajes astrales se llevan a cabo como parte de las actividades cotidianas de los habitantes. Detrás de los cafecitos que se arremolinan en las calles empedradas, un halo oscuro envuelve a East Grinstead.
Desde tiempos inmemoriales, diversas sectas religiosas se han asentado en esta ciudad comercial de Sussex. Ritos ortodoxos, poco convencionales, antiguos y contemporáneos conviven ahí, y han fincado sus bases en la colina boscosa que acompaña al sureste del pueblito. Ahí, se alza Saint Hill Manor: el equivalente al Vaticano De la Iglesia de la Cienciología.
¿Qué es la Cienciología?

En 1792, Saint Hill Manor fue construida al estilo de un castillo gregoriano tardío. Desde entonces, ha sido sede de diversas vertientes del cristianismo, así como hogar del maharajá de Jaipur. La última persona que se mudó ahí fue L. Ron Hubbard, un escritor de ciencia ficción que, después de años de trayectoria “en contacto con un ser superior“, fundó la Iglesia de Cienciología.
La base de esta secta oculta está en la certeza de que la naturaleza verdadera del ser humano radica en su plano espiritual. Basándose en las relaciones personales, con el entorno, e incluso con los animales, este culto promete a sus seguidores el acceso a un Ser Supremo, quien tiene el conocimiento absoluto sobre el Universo.
Valiéndose de una serie de falacias científicas sin fundamento, la secta se institucionalizó, y lucra anualmente millones de dólares en diversas partes del mundo. En últimas, su intención principal es “la verdadera iluminación y libertad espirituales para el individuo”.
En 1951, el Consejo de Examinadores Médicos de Nueva Jersey demandó a una de las fundaciones de Hubbard por enseñar medicina sin una licencia. A pesar del desprestigio internacional que se ganó en la comunidad científica, se hizo de un número considerable de seguidores. En los 70, estuvieron involucrados con organizaciones criminales en Estados Unidos.
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Un centro ceremonial ecuménico

A pesar de que la sede más importante De la Iglesia de Cienciología está ahí, East Grinstead alberga a otras comunidades religiosas extremistas, que no tienen que ver necesariamente con el culto de Hubbard. Las alas más radicales del Opus Dei, por ejemplo, también tienen una mansión ahí, conviviendo con los Rosacruces, que pretenden deshilvanar las verdades esotéricas del Universo.
Testigos de Jehová, científicos cristianos y wiccans se instalaron en el pueblo en fincas palaciegas. El sur de East Grinstead es escenario de ritos y prácticas ocultas, a la sombra del manto verde de sus áreas boscosas tupidas. Los habitantes aseguran que en las profundidades del bosque, todavía hay duendes, hadas y alienígenas dejando señales a los seres humanos.
De nada de esto hay evidencia científica, pero el pueblo ha despertado el morbo de diversos turistas curiosos, interesados en ver cómo se llevan a cabo este tipo de ceremonias espiritistas.
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